Tres días después de que la Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca instaló 40 tótems y 20 vallas informativas en los cerros orientales de Bogotá, vándalos habrían retirado y dañado seis de las piezas.
Así lo denunció la entidad este jueves, e informó que se invirtieron más de 190 millones de pesos en este mobiliario, que tiene la función de informar a los visitantes de la zona de reserva sobre las características del ecosistema que visitan, el punto en el que se encuentran, la flora y fauna del lugar, entre otros.
Estos hacen parte del Plan de Manejo de los Cerros que implementa la CAR y fueron instalados en quebradas y otros puntos turísticos de la ciudad, como el parque Nacional.
Dos de los tótems desaparecieron del río Arzobispo (cerca de la avenida Circunvalar) y del chorro de Padilla (ubicado sobre el río San Francisco, en el centro de Bogotá).
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También se perdieron otras cuatro piezas, que habían sido instaladas en la vereda Verjón Alto (2 tótems), en el Verjón Bajo (1) y en la quebrada las Farías (1).
Inclusive, uno de estos elementos fue encontrado dentro de una laguna, en zona de páramo de los cerros orientales.
Lo que le sorprendió a la entidad es que las señales informativas fueron creadas en lámina galvanizada, calibre 22, con acabados inoxidables e imágenes de alta resolución y una base que permitía fijarlos al suelo. Sin embargo, los vándalos lograron arrancarlas y retirarlas de la zona.
La CAR hizo un llamado a la comunidad para cuidar el mobiliario turístico, para evitar nuevos daños en las otras piezas, que fueron instaladas en la quebradas La Vieja, Los Rosales, Moraci y Las Delicias, en Chapinero, y en el sendero La Aguadora y en el aula ambiental Sorama, Usaquén.
BOGOTÁ
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