Comercios cerrados y calles prácticamente desoladas fue lo que se vio en las localidades de Suba, Usaquén y Engativá, durante el primer día de cuarentena estricta por la segunda ola de contagios de covid-19 que se vive en Bogotá.
Tal vez el lunar de la jornada fueron algunos vendedores informales que salieron en la mañana con el argumento de que estaban rebuscándose lo del diario, como lo han hecho en los últimos cuatro meses, desde que se levantaron las restricciones por la primera ola.
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Como ellos, también intentaron evadir la restricción uno que otro peatón o ciclista con la excusa de que no sabían de la medida, incluso, algunos comerciantes intentaron aprovechar el día para vender gel antiséptico y tapabocas, sin ser su principal actividad. Este caso se presentó con una zapatería en el barrio Toberín, en Usaquén. La propietaria, tras recibir un llamado de atención de las autoridades, cerró su negocio de manera voluntaria.
También abrieron sus puertas algunas entidades financieras y centros comerciales, donde hubo filas de clientes a la espera de atención. Esta situación se vio particularmente en la avenida Suba.
En general, solo los residentes de estas localidades del norte de la ciudad que estaban entre los exceptuados se pudieron movilizar. Entre ellos se encuentran, según lo informado por la alcaldía de Bogotá, el personal de salud, seguridad y vigilancia o quienes necesitan abastecerse de víveres o medicamentos o desplazarse por asuntos de fuerza mayor.
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Entre las excepciones para salir a la calle también se encuentran quienes están a cargo de adultos mayores, menores de 18 años, enfermos, personas con discapacidad y personas vulnerables, y las personas que están regresando a la ciudad o salen de viaje.
Según la Alcaldía, durante la jornada también se redujo el uso del sistema de TransMilenio en un 19 por ciento en la ciudad, con respecto a la semana anterior, y un 28 por ciento en las localidades en las que aplica la cuarentena estricta.
“Estamos tomando estas nuevas medidas que repercutirán no solamente en la desaceleración del contagio, sino también va a tener un efecto agregado en toda Bogotá”, dijo este martes Luis Ernesto Gómez, secretario de Gobierno y alcalde (e) de Bogotá.
El retorno a la cuarentena estricta fue declarado el domingo pasado, medida que ratificaron al día siguiente los ministerios de Salud y del Interior, aunque con algunas reservas.
Esta vez, la restricción no es general, sino que solo rige en las tres localidades con más casos de contagios activos y donde se proyecta la llegada muchos bogotanos que salieron de viaje para el fin de año. En total, se espera el retorno de casi 1,3 millones de personas.
Con corte al 4 de enero, según la página web Saludata, donde se registran los datos de la pandemia en la ciudad, Suba tenía 4.861 casos activos; Usaquén, 2.320 y Engativá, 3.395. En Bogotá, con el 29 por ciento de los contagios del país, había 36.663 casos activos, 10.046 fallecidos y un Rt (número de infectados por una persona positiva) de 1,05. Este martes, el Instituto Nacional de Salud (INS) reportó 5.298 nuevos infectados en la capital.
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Las tres zonas en cuarentena, que irá hasta el 17 de enero, representan también el 28 por ciento de las empresas formales que hay en toda la ciudad, según cifras de la Cámara de Comercio de Bogotá. Las personas que viven en ellas suman cerca de 2,7 millones de habitantes, una población parecida a la de Medellín.
Precisamente, en esas localidades es donde más IPS reportan alta ocupación de unidades de cuidados intensivos (UCI) para covid-19. Este indicador se encontraba ayer en el 79,6 por ciento en toda la ciudad (1.189 casos confirmados y 206 probables), es decir, están a un poco más de 5 puntos porcentuales del tope que puso el Gobierno Nacional para establecer medidas más estrictas.
La idea de la primera jornada, según explicaron en las alcaldías locales, no era imponer sanciones, sino realizar una labor pedagógica, en la cual se les recordó a los ciudadanos el inicio de la restricción y que esta se prolongará durante 14 días, quiénes están exentos y la necesidad de cumplir las medidas de bioseguridad, como el uso de tapabocas, distanciamiento y lavado de manos frecuente.
En 12 puntos de control instalados en sitios estratégicos –como zonas comerciales, puentes peatonales, vías principales y sectores donde tradicionalmente se presentan aglomeraciones–, 440 funcionarios de las alcaldías y de la Secretaría de Seguridad y gestores de convivencia verificaron el cumplimiento de la medida. Los controles implicaron la presencia de 1.300 policías y 200 uniformados, quienes recorrieron las principales zonas de comercio. También participaron unidades de Bomberos.
El Distrito anunció que, como lo ha hecho en la anteriores cuarentenas, seguirá brindando ayudas para los hogares vulnerables de estas localidades. Para garantizar que las familias pobres y vulnerables de Suba, Usaquén y Engativá puedan quedarse en casa cuidándose, se entregarán bonos de 120.000 y 80.000 pesos, respectivamente, adicionales a las transferencias que se vienen realizando desde el inicio de la pandemia a través de Bogotá Solidaria en Casa.
Se brindará además atención a la población habitante de calle y migrantes, se hará una caracterización de los vendedores informales de las tres localidades y jornadas de pedagogía.
GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ
Editor de Bogotá
@guirei24
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