Según la Secretaría de Salud se debe evitar el uso del tapabocas en los siguientes casos: menores de dos años, poblaciones especiales como niños con patologías neurológicas, retrasos en el neurodesarrollo o patologías respiratorias.
Entre estas últimas están: la obstrucción parcial de vía aérea superior por ejemplo en caso de hipertrofia de cornete y o adenoides, cromosomopatías con tendencia a la apnea obstructiva y algunas malformaciones congénitas o adquiridas de vía aérea superior tales como traqueo o broncomalacia, que puedan tener complicaciones derivadas del uso del tapabocas.
Las autoridades médicas recomiendan el uso prudente de la mascarilla quirúrgica en estos pacientes siempre y cuando se realice de la mano de un adulto responsable: niños a quienes por su condición de discapacidad física o motora no les sea posible retirarse el tapabocas por sus propios medios y requieran ayuda externa para esto; niños o niñas inconscientes; durante actividades escolares en las cuales la mascarilla facial pudiese mojarse y perder su eficacia como en horas de alimentación, realización de actividades físicas, actividades lúdicas al aire libre y en las cuales se pueda mantener el distanciamiento físico.
También en niños con discapacidad auditiva o del lenguaje, en quienes dicen los expertos prima su atención integral y desarrollo como individuos sociales. “En estos casos es necesario considerar otros tipo de alternativas tales como el distanciamiento físico”
Niños menores de dos años:
No existe evidencia científica que recomiende el uso de tapabocas en estas edades.
Niños entre los tres y los cinco años:
Supervisión continua de un adulto responsable, conocedor de la adecuada técnica de postura, uso, retiro e identificación del momento del cambio de este elemento.
Presencia del niño en zonas de alto riesgo de contagio como entornos públicos siempre y cuando no sea posible cumplir con el distanciamiento físico recomendado y la tasa de transmisibilidad del virus de la zona sea alta como, por ejemplo: guarderías y colegios, centros de salud, transporte público, espacios cerrados con aglomeraciones o presencia de adultos mayores que se puedan contagiar de covid-19.
Se recomienda el uso de tapabocas de tela sobre las mascarillas quirúrgicas en la población pediátrica.
En mayores de tres años, con condiciones de alto riesgo se recomienda el uso de mascarilla quirúrgica siempre y cuando se emplee adecuadamente y se supervise su uso por adultos. De no disponerse, se recomienda el uso de mascarilla de tela.
Deben usarse mascarillas ergonómicas con las siguientes especificaciones: tirillas elásticas para un mejor ajuste, doble capa de tela hipoalergénica, tela transpirable que permita un adecuado intercambio gaseoso, no presencia de filtro ni válvula, cobertura total desde el dorso nasal hasta el mentón menor.
De ser posible se recomienda que la capa interior del material del tapabocas sea de algodón y la capa exterior de polipropileno, poliéster o mezcla de ambas. De no ser posible se aprueba el uso de tapabocas de doble capa de tela.
No se recomienda el uso rutinario de tapabocas N95 en la población pediátrica. Este último se debe reservar para pacientes de alto riesgo que tengan la posibilidad de complicaciones severas derivadas de sus patologías de base tales como inmunosuprimidos, pacientes con patologías oncológicas, pacientes institucionalizados o que se encuentren hospitalizados. El uso de este elemento debe ser recomendado siempre y cuando se cumplan adecuadamente las normas y condiciones mínimas de su uso.
REDACCIÓN BOGOTÁ
Escríbanos a carmal@eltiempo.com