Quien ve caminar a este quinteto por las calles de los barrios más necesitados de Bogotá no piensa que sea un circo. Más que los monociclos y el megáfono, resalta una olla gigante a la que ya no le cabe más tizne.
Van dando vueltas por las cuadras de las localidades de Ciudad Bolívar, Tunjuelito, San Cristóbal y Rafael Uribe Uribe, que dejan ver varios trapos rojos en las fachadas de sus casas: la señal del hambre en tiempos de pandemia.
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Son cuatro hombres y una mujer, y forman parte de Encuentro, un grupo artístico y circense que nació hace más de diez años en el sur de Bogotá y que ahora, por la emergencia de la covid-19, se las ingenia para conseguir comida y llevarla a esas localidades.
"Nuestra idea es entregar un platito de sopa a estas familias que lo necesitan, alegrarlas un rato y, de paso, concientizarlas sobre la importancia de cuidarse del coronavirus", dice Alexandra Suárez, la voz femenina de Encuentro.
Antes de que el megáfono empiece a sonar para invitar a los vecinos al espectáculo, los integrantes de Encuentro se aseguran de encontrarle un lugar a la olla tiznada, prender el fuego y comenzar a mezclar los ingredientes.
Minutos antes de que la sopa esté lista, comienzan a maquillarse. Los ojos de Alexandra, que son verde esmeralda, pasan desapercibidos entre las pinturas faciales de su rostro y la esfera en que se convierte su nariz.
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De repente, ella y sus compañeros Iván Pira, Sergio Cubillos, Daniel Ceballos y Cristian Zuluaga quedan transformados en payasos.
"Nuestra iniciativa tiene dos fases: la olla comunitaria y una muestra circense en la cual hacemos pedagogía sobre los cuidados para no contagiarse de covid-19. En ambas tenemos que tomar todas las medidas para evitar la aglomeración", explica Alexandra.
Nuestra idea es entregar un platito de sopa a estas familias, alegrarlas un rato y concientizarlas sobre la importancia de cuidarse del coronavirus
Por eso, antes de iniciar el show pasan por las casas que tienen la señal roja y entregan, una a una, un papelito con una hora, para que un miembro de cada familia se acerque al fogón y reciba la comida para él y sus parientes.
Después de eso, y ya con sus overoles y camisas a rayas puestas, abren una maleta negra con ruedas grandes, donde guardan las mazas de malabares –esas que parecen los pinos del juego de bolos–, y se alistan para la función.

El grupo circense Encuentro se fundó hace más de una década.
Nestor Gómez. EL TIEMPO
El megáfono se enciende y una voz chillona se escucha en las calles: "¡Asóomense a la veeentana, que llegó una campaña aaaaartística! Esta es una iniciativa autogestionada que llegó a su barrio porque vimos muchos trapitos rojos, y queremos alegrarlos un rato. ¡Asóomense a la veeentana!".
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Mientras tanto, sentados en una suerte de sillín de bicicleta, pero sobre una sola rueda, comienzan a dar vueltas mientras tiran al aire las mazas y se las pasan del uno al otro.
Cuando los vecinos comienzan a aparecer detrás de las ventanas, Encuentro le da paso al humor. En espectáculos de 15 minutos y entre chanza y risa le explican a su público cuáles son las fuentes de transmisión del virus, cómo debe usarse el tapabocas, cuáles son los síntomas y otros pormenores del virus, que, hasta este viernes 5 de junio, ya registraba más de 12.000 casos en Bogotá (y el triple en toda Colombia).
"Queremos llegar a la concientización, que la gente se dé cuenta de que si no se cuida puede perjudicar a la familia y la comunidad", dice Alexandra.
Después del show, llega la hora de que la olla se vuelva comunitaria.
Ese proceso, que para los habitantes de los barrios pasa rápido, a Encuentro le significa varias jornadas de trabajo. Entre semana, salen al menos dos veces a presentarse por ahí, con sus trajes coloridos y buscando convencer a los dueños de los supermercados para que les donen algunos de sus productos.
Luego, hacen una revisión de los barrios en situación más desfavorable, eligen tres cuadras para impactar y empiezan a planear cómo hacer la puesta en escena, en qué lugar poner la olla para que no se caiga, de dónde sacar el agua para la sopa y un etcétera que termina en cómo conseguir la plata para el próximo domingo, día en que visitan estos barrios.
De pronto nos consolidamos como grupo, haciendo coaliciones artísticas para incidir en la comunidad
Una década antes, cuando formaron el grupo, lo único que tenían en la cabeza era ayudarle a la gente. Como dice Alexandra: "Éramos chicos que se encontraban en la esquina, de esos que están en el parque pensando qué hacer y, de pronto, nos consolidamos como grupo haciendo coaliciones artísticas para incidir en la comunidad".
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Ese objetivo no lo tumbó ni siquiera una pandemia, y de eso dan fe los habitantes de barrios como San Cristobal alto, San Benito, San Francisco, Diana Turba y otros más, que ya se han reunido en un Encuentro alrededor "de una payasada y una olla".
Si usted quiere hacer una donación al Circo Encuentro, puede comunicarse al número 3123250029, o seguirlos en su fanpage.
JULIÁN RÍOS MONROY
@julianrios_m
EL TIEMPO
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