Alejandro Gómez, secretario de Salud de Bogotá, afirmó que desde la Alcaldía se evalúa la posibilidad de que en algunas localidades pueda haber aislamientos selectivos en los próximos días por las condiciones epidemiológicas de algunos sectores.
El Distrito trabaja en la elaboración del decreto que dictaminará las medidas para Semana Santa, según lo dispuesto por el Gobierno Nacional.
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De acuerdo con lo anunciado por el Ministerio de Salud, a Bogotá le correspondería decretar toques de queda nocturnos desde las 12 a. m. hasta las 5 a. m.
En este momento, la ciudad se encuentra en etapa de alerta amarilla, con ocupación de unidades de cuidados intensivos (UCI) por debajo del 70 por ciento. En la ciudad hay 1.429 unidades habilitadas, de las cuales 795 se encuentran ocupadas por pacientes críticos.
En el semáforo de medidas dispuesto por la Alcaldía Mayor, el estado de alerta amarilla no contempla cierres generales, pero sí zonas de cuidado especial. Por esto, y ante el aumento de la velocidad del contagio en algunos sectores de la ciudad, las autoridades distritales evalúan tomar medidas restrictivas por localidades.
“Se harían aislamientos sectorizados cuando una de las localidades ya no esté en amarillo, sino en una etapa superior como la roja o la naranja”, explicó el secretario.
En el último pico de contagios que tuvo Bogotá en el mes de enero se establecieron este tipo de restricciones, que terminaron frenando la reactivación económica de los sectores más golpeados por la pandemia.
Por ello, el sector empresarial no ve con buenos ojos que se tomen medidas como cierres generales o por localidades.
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“Bogotá todavía arrastra las dificultades de haber tenido el mayor número de restricciones durante varios períodos del proceso de reactivación”, expresó Nicolás Uribe, presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá y Cundinamarca. Para Uribe, este tipo de restricciones hace que las empresas decidan no avanzar en inversión y los consumidores frenen el gasto.
“La certeza de que en Bogotá existe la posibilidad de mantener la actividad comercial con el uso de los elementos de bioseguridad es lo más importante para recobrar la confianza”, dijo.
Los cierres prolongados que ha tenido Bogotá durante este último año dejaron como saldo que cerca de 55.000 empresas hayan tenido que cerrar. Mientras que en el primer bimestre del 2020 se crearon y renovaron 47.000 empresas, para el mismo período de este año, el número descendió a 39.000.
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Cabe recordar que como consecuencia de la pandemia, al cierre del 2020, el PIB de la ciudad cayó a -6,6 por ciento, cuando en 2019 había crecido 3,6 por ciento.
En la última encuesta de la Cámara de Comercio de Bogotá realizada a empresarios, el 40 por ciento respondió que considera que la economía mejorará este semestre.
Sin embargo, esto depende, en gran medida, de que se no impongan nuevos cierres.
Redacción Bogotá
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