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¿Cuántos bogotanos tienen diabetes e hipertensión?
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¿Por qué las comorbilidades aumentan el riesgo de morir por covid-19?¿Por qué las comorbilidades aumentan el riesgo de morir por covid-19?
Gente en las calles de Bogotá

Milton Díaz. EL TIEMPO

¿Cuántos bogotanos tienen diabetes e hipertensión?

De las 2.196 personas que han muerto a causa de covid-19, al menos 1.054 tenían esas preexistencias.

La alcaldesa Claudia López anunció este domingo la más reciente medida para reducir la propagación del covid-19 en Bogotá. Se trata del aislamiento obligatorio de personas que sufren hipertensión, diabetes u obesidad.

Estas comorbilidades son las que más pueden complicar la salud de esos pacientes y exigir la utilización de unidades de cuidados intensivos (UCI), las cuales están muy cerca de copar su capacidad.

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Cifras del Distrito indican que en Bogotá hay más de un millón de personas con esas preexistencias –de ellas, 779.559 son hipertensas y 240.287 diabéticas–, y serían , precisamente, las que estarían en mayor riesgo si se infectan con el virus.

Pero además, según los estudios epidemiológicos de la Secretaría de Salud, en una persona de avanzada edad estas enfermedades aumentan el riesgo de complicación del estado de salud.

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La entidad reporta que en las UCI dispuestas para la atención del covid-19, el 64 por ciento de los contagiados por el nuevo coronavirus que ingresan a las UCI tienen alguna de estas preexistencias (el 34 por ciento padecen de hipertensión; el 16 por ciento, diabetes, y el 14 por ciento, obesidad).

Lo grave de esta situación es que esos pacientes tienen mayor riesgo de fallecer. Dos de cada tres personas que han fallecido a causa del covid-19 tenían estas comorbilidades. De los contagiados que han fallecido, 547 eran hipertensos, 331 tenían diabetes y 176 presentaban algún grado de obesidad.

La nueva norma, además del confinamiento obligatorio, contempla que las EPS les den los instrumentos necesarios a los diabéticos e hipertensos para que puedan controlar y medir el estado de su enfermedad.

La decisión no cayó bien en algunos sectores de la ciudadanía, principalmente porque es prácticamente imposible que las autoridades puedan saber quién tiene estas preexistencias y debe estar en total confinamiento en su lugar de residencia. Por eso, según la Alcaldía, la decisión de López no busca que se impongan comparendos o sanciones a quienes incumplan, sino que cada persona sea consciente del riesgo y adopte la norma como una forma de autocuidado.

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Otra de las críticas a la medida, y que fue tendencia en redes sociales, es la posible discriminación que puede generarse contra las personas obesas, quienes también tienden a tener alguna de las preexistencias objeto de la prohibición de la Alcaldía.

Sin embargo, según especialistas, la medida tiene sentido desde el plano médico.
Olga Lucía Pinzón, nutricionista de la Clínica Méderi y docente de la Universidad del Rosario, explicó que “la obesidad es una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”.

Pinzón explica que la forma más efectiva de saber si uno tiene o no obesidad es medir el índice de masa corporal (IMC); esto se hace multiplicando la talla al cuadrado por el peso de la persona. Si el resultado es igual o mayor que 30, según la OMS, se puede hablar de obesidad.

La obesidad se asocia a un proceso inflamatorio crónico. Entonces, más allá de la acumulación de grasa y del IMC, hay alteraciones metabólicas y hormonales que constituyen un riesgo

La especialista enfatizó en que la razón por la cual esta enfermedad es una comorbilidad grave, si la persona se contagia de covid-19, es porque “la obesidad se asocia a un proceso inflamatorio crónico. Entonces, más allá de la acumulación de grasa y del IMC, hay alteraciones metabólicas y hormonales que constituyen un riesgo”. Además, aseguró, la obesidad compromete el sistema circulatorio, afecta el hígado y el páncreas.

Así mismo, Héctor Sandoval, médico endocrinólogo de la Universidad Nacional y especialista en la Clínica Méderi, explicó que la diabetes “es una enfermedad que se caracteriza por un aumento en los niveles de glucosa en la sangre”, y esta solo puede ser diagnosticada con exámenes de sangre, y tiene la particularidad de llegar a ser asintomática por hasta cinco años. “Cuando hay síntomas, estos son mucha sed, pérdida de peso y ganas constantes de orinar”, mencionó.

En cuanto a la hipertensión, Sandoval la define como “un aumento de las cifras tensionales por encima de lo normal, que es 130/80”.

Ambas enfermedades son un riesgo, según el endocrinólogo, porque “el covid-19 ingresa al pulmón a través de un receptor ACE2 (enzima convertidora de angiotensina); lo que pasa en pacientes con obesidad, diabetes o hipertensión es que tienen más receptores ECA, esto hace que el virus sea más fuerte y por eso no se mejoran tan rápido o no como un paciente que no tenga estas comorbilidades”.

La brecha social

Estas tres enfermedades tienen además en común que algunas de sus causas son la mala alimentación, el sedentarismo y la nula realización de actividad física, parámetros que pueden estar relacionados con el ingreso de recursos económicos de las familias.

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“Comer saludable, en términos monetarios, es más costoso que comer no saludable, tener actividad física guiada –que es la recomendable– también es más costoso; y todo esto hace que las personas más vulnerables tengan menos probabilidades de prevenir estas enfermedades”, afirmó Sandoval.

Para el doctor Leandro Daza, médico y cirujano de la Universidad de Caldas, estas enfermedades forman parte de “un problema social. Ya en este momento no hay una forma de cambiar esa realidad, pero lo que debería existir por parte del Distrito son programas para estas poblaciones que están en riesgo y siempre han estado en riesgo”.

¿Los ciudadanos podrán tener oxímetros y glucómetros?

Un oxímetro de pulso es un dispositivo menudo que sirve para medir el oxígeno en el cuerpo humano y el ritmo cardíaco; y un glucómetro es un medidor de glucosa –el principal azúcar que circula en la sangre y la primera fuente de energía en el cuerpo–.

De acuerdo con la alcaldesa Claudia López, tener estos instrumentos en casa, en el marco de la pandemia de covid-19, es muy importante. Según dijo, estos deberían ser proporcionados por las EPS a los pacientes.

Sin embargo, expertos como Héctor Sandoval, médico endocrinólogo de la Universidad Nacional y especialista en la Clínica Méderi, un tensiómetro puede llegar a costar entre 50.000 y 300.000 pesos y un oxímetro, más de 150.000 pesos, y esto imposibilita el acceso de los pacientes a este tipo de implementos. “Solo quienes tienen cierto poder adquisitivo los tienen en su casa”, afirmó Sandoval.

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¿Cómo se va a garantizar un buen cerco epidemiológico?

El secretario de Salud de Bogotá, Alejandro Gómez, dijo que el Distrito ya tiene clara la estrategia para hacer un cerco epidemiológico efectivo. Una de sus herramientas más importantes será la página web Bogotá Cuidadora, en la que, de aquí en adelante, todos los enfermos de covid-19 deben ingresar sus datos, los de sus familiares y los de las personas con las que tuvieron contacto.

La razón, dijo, es que si hay un paciente asintomático en una familia, se ha demostrado que hasta el 40 por ciento de los convivientes resultan positivos. Por eso se tomó la decisión de que en estos casos toda la familia entre en cuarentena durante 14 días. “Si usted es contacto de un positivo, debe considerarse con nexo epidemiológico y, por tanto, guardar la cuarentena”, señaló.

El registro en Bogotá Cuidadora será la única forma de hacer rastreo y seguimiento a los casos positivos y a los síntomas que están reportando estas personas. “También necesitamos la información de los contactos, así podremos tener mayor seguimiento de cada uno de ellos y superar, a través de un cerco epidemiológico, el fenómeno”.

(Vea aquí un tutorial de cómo registrar a sus contactos en Bogotá Cuidadora)

Carlos Enrique Trillos Peña, médico epidemiólogo, profesor principal de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, considera “prudente” la decisión de la Alcaldía y soportada en el comportamiento epidemiológico y la dinámica de transmisión del virus y sus tiempos de incubación.

“Se ha documentado que los contactos domésticos o en el hogar tienen un riesgo de hasta seis veces de infectarse más que otro tipo de contactos”, dijo Trillos, y agregó que las personas que conviven con enfermos o asintomáticos positivos tienen, por lo general, interacciones de menos de 2 metros por más de 15 minutos, lo mismo que con las superficies contaminadas con gotas respiratorias o que se generan al hablar, toser o estornudar. Esto aumenta el riesgo, aun cuando se tengan precauciones como lavado de manos, desinfección de superficies y uso de tapabocas.

La medida es una forma racional de implementar acciones contundentes más focalizadas que permiten cercos epidemiológicos dirigidos a cortar la transmisión viral y evitar otras medidas restrictivas

Herman Bayona, presidente del Colegio Médico de Bogotá, dijo que esta decisión fue una respuesta a una solicitud que hicieron las agremiaciones al Distrito. Para el experto, lo que tiene que quedar más claro es cómo se les va a hacer seguimiento a estos casos.

Un descuido puede hacer que un familiar se infecte, permanezca asintomático y transmita la enfermedad a otras personas cuando sale de casa, ya sea en los medios de transporte, el trabajo y otros sitios. “La medida es una forma racional de implementar acciones contundentes más focalizadas que permiten cercos epidemiológicos dirigidos a cortar la transmisión viral y evitar otras medidas restrictivas”.

Carolina Corcho, vicepresidenta de la Federación Médica Colombiana, dijo que la decisión mejora los procesos de aislamiento porque fortalece la detección temprana y los cercos epidemiológicos. Sin embargo, sostuvo que es necesario “tener el control de las EPS” a fin de que las pruebas se entreguen máximo en 72 horas y no entre 15 y 20 días. “En el momento en que se considere sospechosa la familia, hay que proceder de inmediato. De eso depende que esta medida se pueda materializar”.

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