EL TIEMPO hizo un recorrido por la Caracas desde la calle 19 hasta la 76 para encontrar las averías que afectan a esta vía y para verificar qué tanto han ayudado las intervenciones del Distrito en lo corrido del 2016.
En enero del presente año, este diario mostró las necesidades manifiestas de la arteria, en la voz de sus usuarios. Baches, desniveles y huecos se encontraron en aquel mes, así como trampas generadas por el hurto de rejillas y tapas de alcantarillas.
El Acueducto se había comprometido a buscar alternativas y reemplazar algunas rejillas por otras elaboradas con materiales no reciclables, para disminuir el robo. “Vamos a realizar un recorrido por los puntos donde falten estos elementos y los reemplazaremos”, expresó en su momento.
Sentido norte-surEn varios tramos de las calzadas hay notables desgastes de las losas y grietas, que están empezando a formar huecos de mayor tamaño. Tal es el caso de la calle 75, donde las rupturas han provocado desniveles y huecos por el desgaste del asfalto, que si bien no dificultan la movilidad, de seguir así podrían convertirse en un martirio para los conductores.
En el mismo estado se encuentra la vía a la altura de la calle 63, donde hay un agujero que obstaculiza el paso normal de los automóviles que van en sentido occidente-oriente, lo cual complica el tránsito porque los conductores se atascan e impiden el paso de los buses articulados.
Otro punto complejo es la calle 54, en inmediaciones de la estación Marly, donde hay alcantarillas que se ven como huecos debido al desnivel que existe entre su posición y la cimentación de la avenida; a eso se suman pequeñas aperturas que afectan a los biciusuarios y motociclistas que toman esta vía para llegar a sus destinos.
Sentido sur-nortePor este lado, la condición de la vía es aceptable. Sin embargo, en partes como la calle 17 y la calle 51 se aprecian losas de la calzada de TransMilenio levantadas, aperturas en el pavimento y alcantarillas que además de presentar desniveles, se encuentran rotas, sin tapas y con escombros.
Aparte de esto, es fácil observar cómo automóviles, motocicletas, buses articulados y del SITP se zarandean por causa de los desniveles que quedaron tras los arreglos previos.
EL TIEMPO consultó a los conductores y la mayoría coincidió en que la Caracas ha mejorado bastante en el 2016 y en que los arreglos han estado bien, excepto las alcantarillas, convertidas en su karma pues las ven como huecos adicionales a los existentes. “Ha mejorado muchísimo, pero los reparcheos que han hecho en las alcantarillas son muy malos, las dejan a desnivel”, mencionó Camilo Herrera, profesional del volante.
Otro de los problemas que le ven a esta avenida es la constante congestión vehicular. “Yo no volví a utilizar esta vía porque vive estancada por la cantidad de carros que transitan por ahí”, aseguró Carlos Alberto Rojas, quien se movilizaba cerca de la calle 39.
De igual manera, biciusuarios se quejan por las pequeñas grietas que hay en varias partes, pues estas les ocasionan pinchazos y caídas. Al respecto, Julián Morales, quien recorre constantemente este sector, afirmó: “Puedo decir que yo me he pinchado por un hueco que hay una cuadra después de la estación Marly. Para mí es muy incómodo pasar, no me siento seguro porque además la avenida es muy angosta”.
Adicionalmente, personas que recorrían la zona afirmaron que uno de los problemas que más tiene esta vía es la cantidad de semáforos. Según uno de ellos, que prefirió omitir su nombre, “la sincronización es pésima y hace que se bloqueen siempre las intersecciones”.
BOGOTÁ
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