Los resultados de la Encuesta de Percepción Ciudadana 2019 del programa Bogotá Cómo Vamos que se entregó esta semana revelan que los servicios de salud en Bogotá, según los ciudadanos, van por buen camino.
Mientras que en el año 2016, el nivel de satisfacción era del 40 por ciento, hoy el 54 por ciento de los encuestados se sienten satisfechos. El 20 por ciento se sienten insatisfechos y un 26 por ciento dijeron que ni satisfechos ni insatisfechos.
Otro tema que muestra mejorías es el de la asignación de citas: entre el 2016 y el 2019, el porcentaje de personas que informaron que aquella se demora entre 1 y 5 días pasó del 24 al 34 por ciento.
La pregunta que muchas personas se hacen es ¿cómo se logró este cambio?
Esperanza Young, directora de Negocios de Ipsos, empresa que encuestó a 1.521 personas, aseguró en entrevista con EL TIEMPO que en el tema de salud lo que se aprecia con las respuestas ciudadanas es que “el modelo como se planteó sí funcionó. Los resultados se ven”, por ejemplo, en asuntos como el del tiempo para lograr una cita, el cual realmente disminuyó. Incluso el porcentaje de personas que dijeron que sus citas demoraban más de 30 días bajó de 27 a 18 por ciento.
En efecto, la crisis que se vivía por el hacinamiento en urgencias, las interminables filas hasta altas horas de la madrugada, la falta de medicamentos y sus elevados costos, la urgencia en las obras de infraestructura, más la herencia del escándalo del cartel de la contratación durante la administración de Samuel Moreno, tenía a los servicios de salud en cuidados intensivos.
Con la llegada del gobierno Peñalosa en el 2016, el secretario de Salud, Luis Gonzalo Morales, presentó al Concejo de Bogotá un proyecto de acuerdo para transformar el modelo. Pese a las críticas de los opositores, algunos de los cuales llegaron incluso a insultarlo, el cabildo aprobó la reorganización de los servicios.
Los servicios de salud en Bogotá, según los ciudadanos, van por buen camino.
EL TIEMPO
Los 22 hospitales, que tenían un dueño político que se lucraba de ellos y funcionaban cada uno por su lado, fueron fusionados e integrados en cuatro subredes. Las organizaron, redujeron el personal administrativo y aumentaron servicios asistenciales. Y eso, según la Secretaría de Salud, implicó ahorros por 175.000 millones de pesos. También pusieron en servicio cuatro unidades pediátricas.
Otro asunto que incidió en la percepción ciudadana fue el plan de choque a fin de enfrentar las urgencias colapsadas, para lo cual se propuso la creación de 40 centros de atención prioritaria en salud (Caps). Se remodelaron instalaciones viejas y se dejan 30 edificaciones nuevas, donde se prestan los servicios especializados, los cuales generaban la congestión en las urgencias.
Además se creó el call center para agendar citas y se organizaron las ambulancias, con geolocalización y georreferenciación. Son 700, y hay 80 que fueron sancionadas porque no cumplen los requisitos del decreto que las obliga a tener esos aparatos.
A esto se suma que Capital Salud fue capitalizada en 330.000 millones de pesos. Al comenzar el gobierno tenía un déficit de 600.000 millones de pesos y era una de las peores calificadas. Hoy tiene 1’200.000 afiliados, y la meta es entregarla sin peso de deuda ni con hospitales públicos y privados. Está calificada entre las 10 mejores del país.
La Encuesta de Percepción Ciudadana 2019 les preguntó a los ciudadanos cuáles consideran que deberían ser las acciones que emprenda el nuevo gobierno para mejorar la salud en la ciudad.
El primer lugar, con 29 por ciento, lo ocupó la necesidad de mejorar la calidad de los servicios ofrecidos en los hospitales y centros de salud públicos.
Con 23 por ciento, los encuestados también pidieron incrementar los programas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad y mejorar el control sobre los prestadores de los servicios de salud. El 18 por ciento pidió ampliar la oferta de especialistas de la salud y el 17, reducir los tiempos de espera para la atención en salud.
BOGOTÁ
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