En cuestión de segundos, la banda delincuencial de ‘los Exprés’ clonaba las bandas magnéticas de tarjetas débito y crédito de sus víctimas con datáfonos alterados, y así sustraían dinero de sus cuentas bancarias.
Así era como operaba esta estructura delictiva, que contaba con el apoyo de dos funcionarios corruptos del CTI (Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía) y fue desmantelada esta semana por la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de Bogotá.
Para lograrlo, estos ladrones aprovechaban la distracción de las personas a las que iban a robar cuando estas recibían su pedido de comida. Para no despertar sospechas, los falsos domiciliarios pagaban en efectivo los pedidos en los restaurantes en donde trabajaban.
“En aproximadamente cinco segundos realizaban la falsificación, sin que los afectados se dieran cuenta”, informó el teniente Duván Mauricio Cely Díaz, jefe de la Línea de Investigaciones Tecnológicas de la Sijín.
Los datáfonos de los delincuentes tenían además un software especializado que permitía almacenar las claves de 268 afectados que habrían dejado estos ladrones, aunque por el momento a ‘los Exprés’ se les tienen comprobados 38 hurtos a través de medios electrónicos, con los que se estima que llegaron a recibir hasta 150 millones de pesos.
Los fraudulentos mensajeros que trabajaban para la banda se presentaban en las cadenas de los restaurantes como cualquier aspirante más, entregaban sus hojas de vida y correspondiente documentación para que, una vez fueran contratados, empezaran a realizar las falsificaciones.
“Ellos escogían que su lugar de supuesto trabajo fuera en el norte de la ciudad. Si les seleccionaban un lugar en el sur, renunciaban. Esto para asegurarse de que sus víctimas tuvieran capacidad adquisitiva”, explicó el teniente Cely.
Así fue como los uniformados encontraron que Usaquén, Teusaquillo, Suba oriental y Chapinero eran los sectores en los que más hurtaron ‘los Exprés’.
Sin embargo, los domiciliarios eran el primer eslabón de la cadena delictiva, ya que había otros integrantes de la banda que se encargaban de realizar los cobros en efectivo; para ello, incluso, llegaron a falsificar cédulas, las cuales tenían idénticos los datos de sus víctimas, excepto la huella digital y la foto, que hacían que correspondieran a la del cobrador.
“Se dirigían a los puntos bancarios y, como ya tenían la información de las cuentas bancarias de las víctimas, podían responder a las preguntas de seguridad que les hacían los cajeros”, explicó el oficial.
El recaudo lo hacían por cantidades que no superaran los 9 millones de pesos, y además los efectuaban en municipios como Cajicá, Sopó, La Vega, Saldaña, La Dorada, Guaduas y ciudades como Ibagué o Medellín; incluso, fueron a entidades bancarias en Ecuador y Estados Unidos, esto con el fin de que en dichas corporaciones no notaran los patrones irregulares de la extracciones del efectivo que hurtaban.
Para lograr la falsificación de las cédulas contaban con el apoyo de dos funcionarios corruptos del CTI, los otros eslabones delictivos, que tenían acceso al Sistema Automatizado de Identificación Dactilar.
Además de los domiciliarios, los cobradores y el apoyo de los agentes deshonestos del CTI, contaban con unos coordinadores de los cobros, que se encargaban de pasar las documentaciones fraudulentas, organizar los horarios y las cuentas en las que debían sustraer el dinero.
Todos ellos le respondían a una pareja, que era la que dirigía la banda. “Los cabecillas, un hombre y una mujer, tenían una relación sentimental. La hermana de esa mujer estaba involucrada también, e incluso en otros eslabones de la cadena estaban delinquiendo madre e hija”, agregó el investigador.
En total fueron capturadas 14 personas, incluidos los funcionarios corruptos del CTI; de ellos, 11 tenían antecedentes judiciales por porte ilegal de armas, tráfico de estupefacientes y hurto.
Todos los integrantes de ‘los Exprés’ fueron cobijados con medida de aseguramiento y deberán responder por los delitos de concierto para delinquir, hurto por medios electrónicos y falsedad en documento público y privado.
BOGOT'Á
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