Bogotá

Cero niños muertos por desnutrición, pero cifras siguen altas

En abril de 2018 se abrió en el hospital de Meissen, en el sur de la ciudad, una clínica de recuperación nutricional para la atención de niños menores de cinco años.
Foto:Secretaría de Salud

En esta administración no ha muerto ningún niño por casos agudos de desnutrición en Bogotá.

Hugo Parrajunio 19 de 2019, 08:18 P.M.

A pesar de la fuerte migración de familias venezolanas, en Bogotá no ha habido un aumento sustancial de casos de desnutrición aguda, crónica y global. Aunque los indicadores no han empeorado, para las autoridades se deben reforzar las acciones, atendiendo realidades como la pérdida de peso y talla de algunos segmentos de la población infantil.

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Estas son algunas de las conclusiones que se recogieron este miércoles durante el análisis que pediatras, académicos y Distrito hicieron frente a la problemática de la desnutrición en niños menores de cinco años, evento organizado por el programa Bogotá Cómo Vamos, en alianza con la facultad de medicina de las universidades de los Andes, Javeriana, Juan N. Corpas y el observatorio Así Vamos en Salud.

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La expectativa de los asistentes, en principio, se centraba en una cifra que se dio a conocer la semana pasada relacionada con el presunto incremento de un 60 por ciento de los casos de desnutrición, lo que prendió las alarmas en los sectores de la salud.

“Parece que hubo imprecisiones en el sistema de información. Confundieron el número de atenciones con número de personas. La situación parece que es estacionaria, es decir que ha permanecido. Es un mensaje de tranquilidad”, dijo el experto en salud pública de la Universidad de los Andes Luis Jorge Hernández.

En este mismo sentido se pronunció el presidente regional de la Sociedad Colombiana de Pediatría, Ernesto Durán, quien precisó que una cosa es el aumento de las consultas, donde un niño puede ser atendido varias veces, y otra, el número de casos.

Sin embargo, Durán advirtió que para una ciudad como Bogotá, las cifras siguen siendo altas. Por ejemplo, se refiere a que, según los indicadores, el 10 por ciento de los 87.300 niños nacidos en Bogotá están por debajo de la talla y el peso.

A esto se suma que no hay reportes de la situación de la niñez venezolana que migra a la ciudad y, según dijo Durán, es probable que a futuro, es decir “para (final del) 2019, se afecten esos indicadores” que hoy le son favorables a la capital.

Al respecto, el director del programa Bogotá Cómo Vamos, Ómar Oróstegui, advirtió que “el bajo peso al nacer es un tema al que hay que seguir prestándole mucha atención. Si bien no falleció ningún niño por desnutrición, lo que dicen los indicadores es que el 17 por ciento presenta problema de talla para la edad y un 10 por ciento, de sobrepeso”.

También preocupa que en temas como lactancia, los bebés están recibiendo entre tres y cuatro meses de leche materna cuando la meta esperada es que por lo menos sean seis meses. A esto se suma que en el cambio a la comida normal, los niños están perdiendo peso y talla, lo que preocupa a los expertos.

A todos estos indicadores, que son vitales para la salud de los niños, se les suman los errores que se cometen a la hora de hacer los controles de peso y talla de los infantes.

El 88 por ciento de estos niños los hemos recuperado sin complicaciones y sin hospitalizar. El dato más importante es salvar vidas

Aunque pareciera un tema menor, por lo menos el 30 por ciento de los datos de esta población fueron o mal tomados o mal registrados, como lo reconoció la propia subsecretaria de Salud, Patricia Arce, quien hizo un llamado a los médicos de las instituciones públicas y privadas que prestan servicios de salud pediátrica para que calibren bien sus equipos y reporten los datos exactos.

En diálogo con EL TIEMPO, el secretario de Salud, Luis Gonzalo Morales, dijo que se le ha hecho seguimiento, desde que comenzó la administración Peñalosa, a cada uno de los 11.568 niños menores de 5 años que sufren desnutrición aguda. De ahí –destaca– que en los últimos tres años no haya muerto ni uno solo, frente a los 13 fallecidos en la pasada administración, precisó.

“El 88 por ciento de estos niños los hemos recuperado sin complicaciones y sin hospitalizar. El dato más importante es salvar vidas”, dijo Morales tras señalar que en el 2018 se atendieron 769.771 en crecimiento y desarrollo.

En cuanto a desnutrición crónica, la Secretaría de Salud reporta que en 2016 había 22.740 casos, cifra que subió a 29.900 para el año 2018.

La explicación oficial y que fue bien recibida por los expertos es que los 991 equipos interdisciplinarios –integrados por las secretarías de Salud, Integración Social, Educación y Desarrollo Económico con el ICBF) han logrado mayor captación de pacientes con desnutrición. Hay un sistema de identificación de los casos y seguimiento en especial en las zonas más vulnerables.

Por eso, asegura Morales, no hay un solo niño muerto por desnutrición.

REDACCIÓN BOGOTÁ

@BogotaET

EL TIEMPO