Comerciantes del barrio La Capuchina, en el centro de Bogotá, protestaron este jueves por el temor a que se agraven los problemas de seguridad que padecen, tras la instalación en el sector de un hogar de paso para habitantes de la calle.
La protesta la realizaron durante una hora en la calle 19 con avenida Caracas porque, según ellos, la Secretaría de Integración instaló el albergue sin consultarles y porque tampoco se realizó con planeación.
“Tenemos ya problemas muy serios: hay prostitutas, expendios de drogas y ahora van a mandarnos a esas personas. No volverán los pocos clientes que nos quedan”, señaló Gerson Caro, quien tiene un local de implementos eléctricos.
El sitio de la discordia es un edificio de la carrera 13 con calle 18 que tiene capacidad para atender a 100 adictos que viven a la intemperie y donde se les prestan servicios de aseo y alimentación; actualmente, allí residen 80 habitantes de la calle.
“Estamos viendo las consecuencias: antes, no estaban esos limpiavidrios que piden monedas para ir a comprar droga. Ahora amenazan a los conductores que no les dan plata”, agregó Caro.
Para los dueños de las ópticas y de los locales en los que venden implementos eléctricos, este problema se suma al de la presencia de las trabajadoras sexuales que esperan clientes en las esquinas del sector.
“Ellas no deberían estar por acá, ganamos una tutela para que las sacaran de acá, pero ni la Policía ni la alcaldía cumplen la orden. Y ahora van a traer como 300 indigentes”, dijo una vendedora de la zona.
Ante la situación, los líderes de los comerciantes se reunieron con el alcalde de la localidad de Santa Fe, Gustavo Niño, quien se comprometió con un plan para prevenir que ocurran delitos en La Capuchina.
“La Secretaría de Seguridad se comprometió a tener un pie de fuerza de policía para mejorar el sector en esta temporada navideña para que los compradores vayan tranquilos”, aseguró.
La protesta de este jueves recuerda lo que se vivió en los alrededores de la plaza España y del barrio La Estanzuela, a donde llegaron de forma masiva habitantes de la calle tras la intervención con la que se desmanteló el ‘Bronx’ y las otras ollas del centro.
Pero por los operativos constantes de las autoridades, la presencia de los adictos se ha reducido a su mínima expresión. Sin embargo, en La Capuchina temen que las personas que lleguen al albergue recaigan, ya que aseguran que hay expendios de estupefacientes cercanos y eso podría agravar la situación.
Integración Social aclaró que las personas que llegan a estos sitios tienen un proceso previo para su ingreso, que implica la prohibición del porte de drogas. Además, como el sector es de alta afluencia de esta población sin hogar, la instalación del hogar de paso reducirá la presencia de estas personas en las calles.
“No pueden entrar psicoactivos, ni armas y además están dando un paso para su recuperación. Pedimos comprensión a la comunidad”, dijo Consuelo Araújo, secretaria de Integración Social.
Expertos en el consumo de drogas, como Julián Quintero de la ONG Acción Técnica Social, afirman que tener este tipo de sitios cerca a sitios de expendio no es contraproducente. “Aquí lo que se puede promover es que los habitantes de la calle tengan una disminución en su consumo y lleguen a uno no problemático”, explicó.
BOGOTÁ
Comentar