En este momento hay dispuestos tres contenedores en los cementerios Serafín, el del norte, más conocido como el de Chapinero, y en el cementerio de Matatigres, en el sur de la ciudad. Cada uno tiene una capacidad para 60 cadáveres.
Los dispositivos de la Unidad Administrativa Especial de Servicio Públicos (Uaesp) sirven para albergar cadáveres de personas que fallecieron por covid-19 y ya tienen una altísima ocupación.
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Según la Uaesp, no se puede hablar de porcentajes de ocupación porque los cadáveres entran y salen para su cremación todo el tiempo, pero lo que sí no se puede negar es el aumento de los mismos. Solo ayer llegaron 300 cuerpos.
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Luego de que se desborde la capacidad en los cementerios y crematorios, como ha sucedido en otros países, el siguiente paso sería la apertura de fosas para suplir la demanda de disposición de cadáveres. Pero eso es algo que aun no confirman las autoridades de Bogotá.
EL TIEMPO comprobó eso sí que en el Cementerio Central se presentó el caso de un hombre que asegura que su familiar murió de un infartó, pero fue catalogado como sospechoso de covid-19 y trasladado al Cementerio Central.
Se trata de Evacio Suárez Calderón, el cuñado de José Elí Cartagena Torres, quien murió el lunes 27 de julio a las 6 de la mañana. “El dictamen médico dice que fue un infarto y tuvimos el cuerpo por más de 15 horas esperando a que la EPS lo recogiera”.
Finalmente, quienes lo recogieron fue personal de La Cruz Roja, a las 4:30 de la tarde, y a las 9:30 llegó la carroza fúnebre a recoger el cuerpo.
“Luego nos informaron que mi cuñado era posible covid-19, pero nosotros sabemos que él no tenía ninguna enfermedad. No le hicieron ninguna prueba y nunca estuvo en un hospital, simplemente sufrió de un infarto”.

Movimiento en cementerio central se ha visto incrementado hoy.
Hector Fabio Zamora

Familiares de fallecidos lamentan no poder ver en dónde quedan los cuerpos de sus familiares.
Hector Fabio Zamora
Nos dijeron que mi familiar iba a ser trasladado al Cementerio Central para su entierro porque los hornos habían colapsado, que había muchos cuerpos y no podían cremarlo
Luego les avisaron que iba a ser cremado y que se iba a hacer una velación de cenizas , para después hacer una ceremonia de exequias en Capillas de la Fe.
“Pero ayer a las 4:30 de la tarde nos dijeron que mi familiar iba a ser trasladado al Cementerio Central para su entierro porque los hornos habían colapsado, que había muchos cuerpos y no podían cremarlo”.
A las 7:30 de la noche lo llamaron de la funeraria para que se presentara para hacer la documentación y recibir la información de la bóveda y el pabellón en el que iba a estar su familiar.
“Pero hoy llego aquí al Cementerio Central a las 8:15 de la mañana y sale la administradora y nos dice que no podemos ingresar sino a firmar los documentos. Nos van a dejar con la incertidumbre de saber si realmente es el cuerpo de mi familiar”. Evacio dice que ha visto carros que ingresan con cuerpos en bolsas y no en cajones. “Esto es un atropello, se aprovechan de nuestro dolor”. La Uaesp ya tiene información sobre este caso y se espera pronunciamiento al respecto.
Solo durante un corto espacio de tiempo han entrado unos ocho carros fúnebres al Cementerio Central y aunque es lo lógico algunos trabajadores cercanos al campo santo dicen que no es normal tanto movimiento.
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Aumentan restricciones para el ingreso a cementerios de Bogotá
REDACCIÓN BOGOTÁ
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