“Solo queremos que el tierrero que se forma por el mal estado de la cancha cuando jugamos fútbol se acabe con la grama sintética”, asegura Roberto Ramírez, asiduo visitante del parque Clarelandia de Bosa.
Este es uno de los 40 escenarios deportivos escogidos este año por el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) para hacerles el cambio de césped a grama sintética.
La Alcaldía Mayor señaló que “durante el 2016 se entregaron cuatro de estos terrenos de juego: parque San Carlos, parque Recreodeportivo Salitre, Gaitán Cortés y Bosa Naranjos y este año se puso al servicio la cancha alterna del parque Olaya Herrera. La meta para este cuatrienio será entregar 100, todas con iluminación”.
Estos son sitios en los que se puede practicar fútbol 5, 6, 7, 8, 9 y 11, con las medidas reglamentarias exigidas por la Fifa. Son obras que beneficiarán a los habitantes de las 20 localidades que tiene la capital.
Hoy están en construcción las de El Carmelo, Villas de Granada, Villa Luz, La Igualdad y El Recreo, que serán entregadas este mes. A estas, se suman otras 22 canchas que la Administración ya licitó su construcción por $ 35.000 millones. “Estamos cambiando los campos de juego que están llenos de tierra por canchas perfectas, con desagüe, filtros, con técnica”, dijo Orlando Molano, director del IDRD.
Agregó que las garantías de estas canchas son por más de cinco años y son amigables con el medioambiente por que no requieren agua para el mantenimiento. “Quienes usen estas canchas en la mayoría de los casos lo podrán hacer de manera gratuita, especialmente los niños de los colegios distritales, la comunidad que vive cerca de ellas y los deportistas de alto rendimiento. Esto les está cambiando para bien la vida a los bogotanos, hoy la gente pide que les cambiemos las gramas a sus sitios de recreación”, aseguró Molano.
EL TIEMPO le da a conocer el lugar en donde quedarán 17 de estos escenarios.
En lo ambiental
- Natural: para regar un campo se requieren 30 metros cúbicos de agua por riego.
- Sintética: No requiere agua, ni fertilizantes, ni pesticidas. No necesita reparaciones hasta en aproximadamente 8 años en condiciones normales.
En lo social
- Natural: se autorizan máximo 16 horas de uso por fin de semana para partidos, más las horas de escuela.
- Sintética: permite la utilización del campo las 24 horas del día.
En lo técnico
- Natural: los mantenimientos son preventivo y correctivo y depende del clima, suministro y calidad, lo que puede hacer retardar la recuperación en aproximadamente 2 a 3 meses por año, y por ende la suspensión de su uso.
- Sintética: solo requiere mantenimiento correctivo a los 8 años de uso. Durante lluvia se suspende únicamente como medida preventiva por las tormentas eléctricas:
En lo económico
- Natural: para una cacha de 7.848 metros cuadrados (Olaya Herrera) anualmente en mantenimiento rutinario se invierten $ 12’000.000.
- Sintética: 7.848 metros cuadrados de grama artificial el mantenimiento anual rutinario es cercano a los $ 6’000.000.
JOHN CERÓN
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter @CeronBastidas
Escríbanos a johcer@eltiempo.com
Comentar