La pesadilla no termina para la familia Pérez. El pasado viernes, a las 10 p. m., Diego Andrés, de 43 años, salió de la casa de su padre, Víctor Pérez, ubicada en Teusaquillo, rumbo a la suya, en Suba.
Se dirigió a la estación de TM Centro Memoria, en la carrera 19B con calle 26, y cuando estaba llegando a esta, explica Martín Pérez (su hermano), desapareció.
De inmediato, una avalancha de mensajes apareció por redes sociales y un inmenso operativo virtual entre amigos, familiares y conocidos se dio a la tarea de ubicar a Diego, camarógrafo con diez años de antigüedad del Canal 13.
“Él estaba saludando a mi papá en Teusaquillo y luego se fue a coger TransMilenio frente al parque del Renacimiento. Cerca a la estación, ahí en la calle 26 a las 10 p. m., se despidió y después no volvimos a tener noticias”, relató Martín.
Esta persona contó que buscaron a su hermano como desaparecido y que, gracias a los contactos que tenía con los medios de comunicación, lograron ubicarlo en el hospital Santa Clara, a las 2 p. m. del domingo. Un ciudadano lo llevó al centro asistencial.
Pese a la tranquilidad que generó el hecho de encontrar a su ser querido, el estado de salud en el que apareció se convirtió en un nuevo motivo de preocupación. EL TIEMPO se comunicó con Víctor, el padre, para conocer sobre la situación de su hijo, pero no pudo referirse al tema: “Estoy muy intranquilo”, dijo.
Y no es para menos, a su pariente lo hirieron en el cuello con un arma cortopunzante poco convencional. “A él lo atacaron con un picahielo (según la explicación del centro asistencial), querían matarlo. El tema es que si bien las autoridades estaban haciendo sus procedimientos, las redes sociales funcionaron mejor para la búsqueda. Invitaría a las autoridades a operar de una manera similar en las redes sociales”, manifestó Martín.
Todavía se desconocen las razones de la agresión y la identidad de quienes atacaron a Diego.
ÓSCAR MURILLO MOJICA
EL TIEMPO ZONA
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