Después de tres años de su recuperación, el Bronx estará abierto al público. Al igual que en un museo contará con varias salas donde se encontrarán cifras, elementos y relatos impactantes.
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El primer piso de una de las casas que funcionaba como pensión y expendedora de estupefacientes podrá visitarse. En él se recreará una habitación, con varios elementos encontrados durante la intervención.
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El objetivo de la exposición es mostrar cómo vivían las personas en el Bronx y sensibilizarlas sobre el contexto de ese espacio. Además, quiere ser una evidencia del horror que se vivió allí para que no ocurra de nuevo.
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Él es una de las personas que estuvo en el Bronx, dejó las drogas y ahora está rehabilitado. Durante los días de la exposición algunos de ellos guiarán el recorrido.
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Los objetos presentados en el Bronx pertenecen a algunas de las personas que vivieron o pasaron temporalmente por este lugar.
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Los rostros, las anegdotas y las edificaciones son las evidencias del horror pero también de la recuperación que ha tenido el Bronx con el paso de los días.
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Durante la intervención en la 'L' fueron recuperados 77 niños que eran víctimas de explotación sexual y consumo de sustancias psicoactivas.
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La apuesta es transformar el territorio en un espacio de arte, cultura y actividad. La idea es que el centro se vuelva cada vez más activo y el Bronx se convierta en uno de los lugares predilectos para el turismo.
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Todavía quedan edificaciones por demoler. Sin embargo, durante la exposición los visitantes podrán verlas de cerca antes de que se intervengan.
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Estos son algunos juguetes recuperados, estarán en el lugar representado la realidad que vivieron varios menores allí.