El cuerpo hallado en el barrio San Bernardo, el 1 de diciembre de 2020, sí era el de Lynda Michelle Amaya Buelvas, la adolescente de 15 años desaparecida el 30 de noviembre en el centro de Bogotá.
Así se lo confirmó su madre, Nathalie Amaya, a EL TIEMPO. Esta semana recibieron su cuerpo y este viernes 8 de enero serán sus exequias para darle, finalmente, el último adiós este 9 de enero.
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Un mes estuvo su cuerpo en las instalaciones de Medicina Legal sin que ninguna autoridad reportara que podía tratarse de la menor desaparecida. Mientras tanto, su familia duró 31 días buscándola por calles, casas y recovecos del centro capitalino.
Como le contó su madre a City Tv, ella se acercó a Medicina Legal el 4 de diciembre: “Pregunto si había algún cuerpo con los rasgos, muy detallados, que había dado en la entrevista. Y me dicen que no, que solo había un cuerpo de una mayor de edad, entre 19 y 23 años”, le contó ayer Amaya a City TV.
Ese era el cuerpo de Lynda Michelle: madre e hija estuvieron tan cerca, sin saberlo. Esa búsqueda pudo haber acabado ese mismo día. Pero se extendió hasta el 31 de diciembre, día en que a Nathalie le tomaron una muestra de ADN: “Pido que me dejen ver el cuerpo, el de esa persona ‘entre los 19 y 23 años’. Por los rasgos sé que es mi hija: ella tiene una cicatriz en la frente, sus ojos, sus cejas, sus dientes...”, contó Amaya.
El 1 de enero las autoridades aseguraron que solo los resultados de la prueba confirmarían si se trataba de Lynda Michelle. Mientras tanto, el cuerpo seguía siendo, en el papel, un NN. Pero era la niña de 15 años que cursaba quinto grado, que recibía educación especial en casa, que amaba las manualidades y que, el 30 de noviembre de 2020, salió en su bicicleta rumbo al centro: iba a buscar un celular que le habían robado en una estación de TransMilenio.
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Mientras tanto, Nathalie tuvo que volver a casa a esperar el resultado. Ese fin de semana, le dijo a City Tv: “Mi hija fue asesinada. Esto no es un asesinato por una bicicleta, es un feminicidio y no queremos que quede impune”.
La familia Amaya, además, denuncia que, en medio del proceso, no recibió apoyo de las autoridades. Les asignaron un investigador, pero ellos pidieron cambio: “solo informaba lo que yo hacía. Una incompetencia total…”, cuenta Nathalie. Incluso, estuvo en Medicina Legal el 16 diciembre: esa vez también le dijeron que no había ningún cuerpo. Pidió acceso a las cámaras de seguridad y, al día de hoy, no ha visto una sola imagen de ellas.
El 1 de enero, durante una rueda de prensa, la Policía Metropolitana aseguró que investigaba lo que había detrás del hallazgo del cuerpo de San Bernardo que, al final, sí resultó ser el de Michelle.
Por lo pronto, la familia abrió un fondo solidario para reunir recursos para costear las exequias de la menor. Se puede donar a través de la plataforma AirFunding o a estas cuentas:
Cuenta de ahorros Bancolombia: 08404723651
Cuenta de Nequi / Daviplata: 3194875964
BOGOTÁ