Un increíble hallazgo se dio a conocer en el puente vehicular de la avenida 68 con avenida La Esperanza, en Bogotá. En el interior de la infraestructura se encontró a varias personas ocupando el lugar, incluso menores de edad.
En el lugar se hallaban desde neveras y televisores hasta colchones y ropa de personas colgando de las paredes. Esto quiere decir que la ocupación se estaba dando desde hace varios meses. También había bicicletas.
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Se presume que a los ciudadanos vulnerables les cobraban 2.500 pesos por dormir en el puente.
archivo particular
Según explicó uno de los hombres que se encontraba en el lugar, cobraba 2.500 pesos por cuidar los carros de comidas rápidas de los trabajadores informales de la zona. De hecho, también se encontró un baño y una bodega de reciclaje.
Había en total unos 40 carros de vendedores ambulantes. Se investiga quién estaba a cargo del lugar, pues se presume que este ganaría entre 8 y 10 millones de pesos mensuales y que era propietario de una vivienda en Soacha. Todo esto será materia de investigación.
Lo más sorprendente es que a lo largo y ancho del puente hay pequeños compartimentos separados por cortinas, en donde, se presume, dormían varias familias. Tenían servicio de luz y agua y debían pagar un dinero por estar allí.
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Organismos del Distrito adelantan un operativo para el restablecimiento de los derechos de los niños encontrados en el lugar y para recuperar el espacio público.
Otro caso recienteNo es la primera vez que se encuentran este tipo de adaptaciones debajo de los puentes. El puente de la calle 100 con carrera 15 se había convertido en ‘vivienda’ de dos recicladores de la zona.
A los cuartos oscuros que tiene esta infraestructura para inspeccionar el estado de las vigas fueron arribando colchones, muebles, televisores y cocinas a tal punto que estos tuvieron la apariencia de un apartamento.
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Uno de ellos era Járlinson Guzmán, un hombre de aproximadamente 37 años de edad y conocido por algunos allegados como el Negro. En la zona no pasa desapercibido, otros recicladores y habitantes del sector lo reconocen como el hombre que conduce su carreta de reciclaje con una bandera de Colombia colgada sobre esta y quien merodea por el puente en las noches.
También mencionan que Járlinson no acostumbra a vender las cosas, sino que las acumula. Por ello, en la intervención que realizaron las autoridades distritales en la zona y al momento de recoger las cosas que él acumulaba, casi llenan la zona de carga de un camión de basura. “Él llega a este punto y comienza a generar una gran acumulación de residuos. Pero, generalmente, esto es regalado por la gente del entorno”, menciona Fabián Rico, coordinador territorial de habitabilidad en calle de la Secretaría de Integración Socia.
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Además de Járlinson, en el puente también vivía otro reciclador. No obstante, esta persona no mantiene ningún diálogo con la Secretaría de Integración Social y poco se sabe sobre su condición.
¿Por qué la intervención?Diego Herrera, asesor del despacho de la Secretaría de Seguridad, explicó que este tipo de intervenciones se hacen por solicitud de la comunidad.
“Una invasión de espacio público muy fuerte. Carreteros estaban haciendo clasificación y disposición de materiales en la vía, plazoleta y debajo del puente”, comenta.
Desde la Secretaría de Seguridad sostienen que han identificado más puentes sobre la autopista Norte y algunas estaciones de TransMilenio en las mismas condiciones. “Vamos a intervenir más sitios, pero previo a esto haremos la oferta social”, sostiene Herrera.
Actualmente son cerca de 2.000 personas en condición de habitabilidad de calle institucionalizadas, que reciben atención psicosocial y con las que se trabajan las expectativas de cada una para generar nuevos proyectos.
El año pasado, la Uaesp realizó un ejercicio de caracterización de recicladores. Este arrojó que en la ciudad hay 24.310 personas dedicadas a esta labor. El 95 por ciento no se reconoce o no es habitante de calle, pero el 5 por ciento se encuentra en esta situación. Además, 2.768 personas manifestaron no tener acceso a salud y solo el 3 por ciento estaría cobijado con seguridad social en el aspecto de pensión. Cerca del 57 por ciento de esta población es analfabeta.
REDACCIÓN BOGOTÁ
* CON INFORMACIÓN DE ANDRÉS SÁNCHEZ DE CITY TV.
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