Luego del pronunciamiento de la Asociación Distrital de Trabajadores de la Educación (ADE), la Alcaldía de Bogotá confirmó que mantiene los planes de regreso a clase este lunes de manera gradual, progresiva y segura.
Desde la ADE se manifestó que los educadores no están dispuestos a volver porque no sienten que las condiciones sean seguras para los maestros. “Las condiciones de salubridad que se están viviendo son muy difíciles. En este momento, 2 millones de bogotanos no tienen agua, en lugares donde se ha dispuesto el inicio de clases”, afirmó William Agudelo, presidente de la ADE.
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Para el sindicato, el nivel de contagio y muertes generadas por covid-19 sigue siendo alto y temen demoras en los planes de vacunación. “No regresamos a clase hasta que existan las condiciones de seguridad y salubridad. Exigimos todas las condiciones, no solo gel o alcohol”, dijo.
El sindicato también exige que aumente el testeo a los educadores. Asimismo, manifiesta que algunos padres de familia no están dispuestos a mandar a sus hijos al colegio porque consideran que no hay espacios seguros.
La reapertura de los colegios ha sido una prioridad para el Distrito. De hecho, una vez la ciudad levantó la alerta roja generada por el segundo pico de contagio, se dieron los anuncios para que las instituciones educativas volvieran a la presencialidad. La alcaldesa Claudia López lo volvió a sostener ayer al decir que “el derecho a la educación es constitucional y de obligatorio cumplimiento. Nadie puede negarles a los niños ese derecho”.
El Distrito comenzará con 135 instituciones y espera que para abril todos los colegios públicos estén habilitados. Sin embargo, esta vuelta a la presencialidad no significa un regreso total. El primer turno será para los grados menores de prejardín, jardín y transición, por ser el rango de edad que menos riesgo tiene frente al covid-19. Después de esto, los colegios podrán avanzar con los estudiantes de secundaria y media, pero sin afectar las clases de la primera infancia.
Para el regreso a clases, la Secretaría de Educación ha convocado a directivos y docentes que no tengan condiciones de vulnerabilidad. Desde la entidad se expresó que “es importante señalar que no serán convocadas las maestras y maestros mayores de 60 años o que tengan condiciones de salud que los hagan vulnerables frente al contagio de covid-19”.
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Asimismo, la alcaldesa expresó que son positivos los avances que se han tenido con las instituciones educativas. “Vamos bien. Los colegios que tienen los protocolos, lo han hecho. El sector público va a ser muy gradual, no es que el 15 de febrero van a abrir todos los colegios. Va a ser gradual, progresivo y seguro”, señaló López.
No obstante, la decisión de mandar a los niños al colegio será de los padres de familia, por lo que también se deberá garantizar el proceso educativo de quienes decidan quedarse en casa. Para esto se han dispuesto de estrategias flexibles.
Aunque hay temor por parte de algunos maestros por volver a clases, otros consideran que la presencialidad es necesaria. Álvaro Suárez, rector de la institución Montebello, lleva preparando el retorno desde el año pasado. Manifiesta que su colegio tiene mejores medidas de bioseguridad que un centro comercial y espera reunirse con los maestros de la institución el día lunes.
“El principal motivo que nos llevó a empezar el año pasado fue por los niños que no tenían conectividad. A pesar de que los papás apropiaron ciertos recursos para que los niños se comunicaran, había muchos que no la tenían”, cuenta Suárez.
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Además, el rector considera que según las experiencias de presencialidad que ha tenido el colegio, el contacto con los niños y jóvenes permite afianzar las medidas de protección contra el covid-19. “Es importante que vuelvan para educar en hábitos que ellos van a replicar en sus casas sobre cómo tener medidas de bioseguridad en todo lado. Es decir que es una educación ciudadana que es fundamental y que nos hace falta”, argumentó.
El regreso a clases también dependerá del estado epidemiológico de cada UPZ. Por esto, desde la secretaría se hará un monitoreo permanente en compañía de las entidades de salud pública.
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