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Bogotá

La conoció por internet, luego la encerró y la abusó

Foto:Ilustración: Juan Soriano.

no es hora de callar

No es hora de callar

Relato de un caso de violencia física y sexual que vivió una joven bogotana.

Óscar Murillo
Pocos meses después de haber hablado por primera vez por Facebook, en julio del 2018, una joven bogotana decidió viajar a Ibagué, Tolima, para conocer personalmente a Joaquín, el hombre con el que había entablado una relación de amistad virtual.
Fue a esa ciudad con algunos de sus amigos y allá se puso en contacto con él y acordaron una cita. En una declaración que la mujer les dio a las autoridades explicó que ese primer encuentro fue normal.
Pasados un par de días, ella volvió a la capital con una duda. El joven que había conocido le propuso que tuvieran una relación sentimental. Tras pensarlo, aceptó y empezó un noviazgo.
No había pasado una semana desde que se conocieron en Ibagué, y Joaquín ya estaba instalándose en Bogotá. Consiguió empleo en una barbería del sector del Perdomo, cerca de donde ella vivía, y la relación avanzaba sin contratiempos.
“Pasaron como dos meses, salíamos como novios, íbamos a cine, íbamos a comer, a veces salíamos al parque, era muy bonito”, le contó la víctima a la Fiscalía en una de sus declaraciones.
Con el paso del tiempo aumentaba la confianza, y él le contó que tenía tres hijos, que había tenido una infancia difícil y que, tras un lento proceso de rehabilitación, había dejado el consumo de drogas.
Algunas semanas después, Joaquín desapareció. La joven lo llamó insistentemente, lo buscó en el lugar donde trabajaba, incluso se puso en contacto con su mamá, quien le dijo que eso era algo habitual en él. Simplemente desaparecía sin dejar rastro, y días después volvía a aparecer.
“Yo ya no sabía dónde ubicarlo, y de repente volvió a aparecer. Me dijo que estaba enfiestado; yo le dije: ‘Mira, yo no te conozco mucho, pero me preocupa y yo no puedo estar detrás de ti buscándote’. Me dijo que no iba a volver a pasar”, relató la mujer.
Lo intentaron otra vez, pero a los pocos días se volvió a perder. Cuando lo llamó, contestó una mujer, Brenda, que le dijo que era la mamá de uno de los hijos de Joaquín y que habían vuelto para tratar de recuperar su relación.
Parecía que todo había terminado ahí. No se volvieron a hablar ni a ver. La protagonista de esta historia incluso decidió, aconsejada por una amiga, conocer a otra persona. Un año después, Joaquín, de nuevo a través de Facebook, contactó a la joven.
Que las cosas con la mamá de sus hijos no funcionaron, que la recordaba, que era una mujer valiosa, que la amaba. Con frases de este tipo logró convencerla de que retomaran su relación. Esta vez, todo iba bien. Le presentó a su familia, a sus hijos.
Empezó a trabajar, se ayudaban mutuamente y empezaron a ahorrar dinero. El plan era irse a vivir juntos. En la familia de la joven desconfiaban de su pareja. El hombre, que viajaba con frecuencia a Ibagué y Villavicencio, tenía tatuajes en todo el cuerpo, incluso en los ojos, y también los hacía por encargo.
No obstante, todo se derrumbó de nuevo cuando esta mujer, por accidente, accedió al perfil de Facebook de él. Lo que encontró le rompió el corazón: fotos, videos y mensajes de todo tipo con varias mujeres. Una vez más, todo terminó. Era diciembre del 2019.

La agresión

El 15 de febrero del 2020, Joaquín la volvió a buscar. Ella le manifestó lo dolida que estaba con lo que había ocurrido, pero él le insistió en que lo sentía y de nuevo logró convencerla para que se vieran. A las 10 de la noche de ese día, se vieron en Candelaria, en Ciudad Bolívar. Después de comer en cualquier lugar, se fueron a la casa de él.
Estando allí, el celular de la joven sonó. Eran las notificaciones de unos mensajes que le enviaba un amigo. Esto enfureció a Joaquín, quien se abalanzó sobre ella. La golpeó en tantas oportunidades que la víctima no pudo recordar cuántas fueron. Puños y patadas por todo el cuerpo. Sus gritos de auxilio no llamaron la atención de los vecinos.
Después de esto, el agresor simplemente se acostó a dormir. Ella le rogaba que la llevara a un hospital, pero él se negó. Al otro día, Joaquín no solo no la llevó a un centro médico o atendió sus heridas, sino que la violó.
Fueron varios días en esa situación. No la dejaba salir con la excusa de que lo iba a denunciar. Decidió comprar algunos medicamentos y le dijo que se quedara allí hasta que se recuperara, y que cuando se fuera, si le decía a alguien, iba a atacarla a ella y a su familia.
La mujer, de 30 años de edad, logró convencerlo de que la dejara llamar a su familia. Le mintió a su padre diciéndole que había tenido un accidente en una moto con Joaquín y que no iba a volver a la casa pronto.
Luego de pasar tres días en esas condiciones, y haber sido abusada en cinco oportunidades según su propio relato (en una de ellas él grabó con su celular), por fin logró salir de ahí, con la promesa de que no le diría a nadie lo que pasó.
Sin embargo, hizo todo lo contrario. Una vez salió buscó ayuda, y le recomendaron llamar a la línea púrpura. Allí le indicaron que debía poner una denuncia en la Fiscalía, y en ese momento empezó la investigación.
Los detectives del caso empezaron a indagar. El dictamen de Medicina Legal, los testimonios de vecinos del lugar donde ocurrieron los hechos, el relato de mujeres que ya habían sido víctimas de él eran pruebas contundentes.
Encontraron el sitio donde trabajaba, lo siguieron. Detectaron que tenía antecedentes por lesiones personales y una demanda por alimentos.
En menos de un mes, las evidencias sobre sus actos eran lo suficientemente poderosas para solicitar una orden de captura. Fue así como el pasado 3 de marzo, en la carrera 22G n.º 58-23 sur, en plena vía pública, fue capturado por la unidad de delitos sexuales de la Mebog.
Fue presentado ante la justicia por el delito de acceso carnal violento agravado. Joaquín está hoy en prisión, esperando su juicio.

Sijín de la Policía de Bogotá capturó a 12 violadores

Las capturas estuvieron a cargo de la unidad de delitos sexuales de la Sijín de la Policía de Bogotá.

Las capturas estuvieron a cargo de la unidad de delitos sexuales de la Sijín de la Policía de Bogotá.

Foto:Policía de Bogotá

Después de varias semanas de investigación, detectives de la Sijín de la Policía Metropolitana de Bogotá, en trabajo conjunto con la Fiscalía, presentaron este jueves a 12 personas acusadas de violación y abuso en la capital del país.
Estas capturas se suman a las 20 que se hicieron en marzo pasado y a otras 15 que se efectuaron en junio. “En la mayoría de los casos, los señalados abusadores aprovecharon su cercanía con las víctimas e incluso su familiaridad, pues algunos de los capturados son los mismos padres biológicos, quienes las obligaron a guardar silencio bajo amenazas”, explicaron desde la Policía Metropolitana.
Agregaron que, teniendo en cuenta los casos que han sido atendidos, los niños, niñas y adolescentes están en un alto riesgo. Es por esto que invitan a la ciudadanía en general y a quien esté siendo víctima de este tipo de hechos a que los denuncie.
“Es importante resaltar que en estos casos las denuncias fueron claves para capturar a los sujetos señalados de las aberraciones y ponerlos tras las rejas. Además de las pruebas recolectadas por los investigadores de la Policía de Bogotá, añadieron.
Según informaron las autoridades, las cifras oficiales indican que en lo que va corrido de este año se han capturado 71 personas por delitos sexuales, de las cuales 46 son capturas de delincuentes que cometieron este tipo de actos contra menores de edad.
“Para atender estos casos, lo primero que tenemos es el equipo de Caivas, adonde llegan todas las denuncias. De manera inmediata se inicia la investigación; en muchas oportunidades, cuando vienen las víctimas lo hacen para entregar información puntual porque el agresor es reconocido”, dijo la coronel María Elena Gómez, directora de la Sijín de Bogotá.

Si usted es víctima de violencia de género...

Recuerde que la Secretaría de la Mujer ofrece atención por varios canales para protegerla.
En principio, usted puede comunicarse con la Línea Púrpura (01 8000 112 137), que atiende todos los días de manera gratuita, 24 horas.
O también puede escribir al WhatsApp 300 755 1846.
Descargue aquí, además, el directorio completo para que pueda ser atendida según su localidad.

Siga informándose: 

'#ContraLaImpunidad: así capturan a los violadores' es un especial periodístico que tendrá seis entregas, una cada semana, y que busca poner en evidencia qué está pasando con los delitos sexuales en Bogotá, que si bien entre enero y mayo de este año bajaron un 29,8 %, pasando de 2.492 en el 2019 a 1.749 en 2020, inquieta que la denuncia aún es baja.
Buscamos también advertir a las familias y víctimas sobre síntomas y comportamientos que no son normales y que representan un abuso, e indicar las herramientas e instrumentos de protección con los que cuentan.
Óscar Murillo Mojica
EL TIEMPO
Óscar Murillo
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