Sobre las 10 a.m. de este viernes cerca de 200 víctimas de la violencia bloquearon las inmediaciones del Portal de Suba de TransMilenio, lo que generó retrasos y fallas en la operación del sistema de transporte masivo.
Las personas se sentaron en el carril exclusivo de TransMilenio impidiendo el paso de los articulados entre el Portal y la estación de La Campiña. Según la Personería de Bogotá, los miembros de la Unidad de Víctimas salieron a protestar para reclamar la restitución de sus derechos.
Por varias horas el servicio desde y hacia el Portal de Suba se vio interrumpido, por lo que los articulados solo llegaban hasta la estación de la Transversal 91. No obstante, hacia las 5 de la tarde el servicio tanto troncal como alimentador volvió a la normalidad.
A pesar de que hubo presencia de la Policía Antidisturbios para que llevara a cabo el levantamiento de la protesta no se usó la fuerza, sino que todo se logró a través de la mediación de la Personería Local de Suba y la alcaldía de esta localidad.
Los representantes de las víctimas se sentaron en una mesa de diálogo con miembros de la Alta Consejería para las Víctimas, la Unidad de Víctimas y la alcaldía de Suba para llegar a un acuerdo.
El panfleto de la discordiaLa convocatoria para realizar las marchas se habría originado por un panfleto que fue distribuido por el occidente de la localidad de Suba, en el que se anunciaba una reunión con el director de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, el exgobernador del Meta Alan Jara.
Entre otras de las entidades que supuestamente asistirían delegados del Ministerio de Vivienda, la Corte Constitucional, la Procuraduría y la Unidad de Restitución de Tierras.
Incluso se invitaba a los participantes a una comida. "Habrá 5 ollas comunitarias, para todos comer", se lee en el panfleto, en el que también se convocaba a todos los desplazados de Bogotá.
Redacción EL TIEMPO ZONA
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