¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Bogotá

Teusaquillo recupera su esplendor y estatus

Las casas de estilo inglés son características del barrio Teusaquillo.

Las casas de estilo inglés son características del barrio Teusaquillo.

Foto:Nicolás Cabrera

Estas son las transformaciones que ha sufrido este tradicional barrio capitalino.

Redacción El Tiempo
Teusaquillo está recuperando su protagonismo. Eso sí, el de ahora es muy diferente al que tuvo durante su época de mayor auge, en los años 40 y 50, cuando era uno de los barrios más elegantes de Bogotá y en sus casas vivían presidentes y expresidentes de la República.
Hoy día, Teusaquillo no se da esos aires señoriales de antaño (aunque algo de eso aún reflejan algunas de sus grandes casonas) ni presume de los abolengos de sus habitantes. A Teusaquillo hoy lo impulsa el dinamismo y el espíritu joven propios de un sector donde conviven casas de habitación, oficinas, instituciones, teatros, restaurantes, bares y sedes universitarias.
Hablar de Teusaquillo exige hacer una serie de precisiones geográficas. Se ubica en el centro de Bogotá y limita, al occidente, con la carrera 68; al sur, con la calle diagonal 22A; al norte, con la calle 63, y al oriente, con la avenida Caracas. La localidad de Teusaquillo abarca un extenso territorio en el que se encuentran sitios de gran interés de la ciudad, entre ellos la Universidad Nacional, el parque Simón Bolívar, la Biblioteca Virgilio Barco, Corferias, la Unidad Residencial Antonio Nariño, el estadio El Campín y el teatro Roberto Arias Pérez.
En el otro extremo del nivel de detalle está el barrio Teusaquillo en sí, que ocupa unas pocas manzanas entre las calles 32 y 37, y la avenida Caracas y la carrera 19. A este barrio específico lo rodean otros barrios con características urbanísticas y arquitectónicas muy similares, que conforman el imaginario del barrio de casas de ladrillo de ‘estilo inglés’, pero también son muy comunes casas de tipo español, mediterráneo y algunas de estilo moderno que surgieron a partir de los años 50.
Este territorio, que podría denominarse Teusaquillo patrimonial, lo componen también barrios como La Magdalena, Santa Teresita y Palermo, en dirección norte, y Armenia, en dirección sur. Y aunque son más recientes y se formaron a partir de los años 50, algunos otros situados al oeste también forman parte del Teusaquillo patrimonial, en particular La Soledad y su ya emblemático Park Way (...).

Fea transformación

(...) La vida de barrio desapareció muy rápido en los años 70. Muchas de las casas se convirtieron en sedes de oficinas. Bastantes antejardines fueron arrasados y se convirtieron en parqueaderos para visitantes. A algunas de estas casas les hicieron intervenciones en sus fachadas, algunas de ellas atroces, en un vano afán de modernizarlas.
(...) Las casas con frentes que daban a la avenida Caracas, la carrera 19 y la calle 34, vías de tráfico cada vez más pesado, también sufrieron un grave deterioro. Por ser un sector relativamente barato, pequeñas empresas establecieron allí sus oficinas y –más dañino aún para la calidad de vida del sector– centros universitarios emergentes se instalaron en la zona, y en muchos casos afectaron las fachadas de las casas y propiciaron la aparición de chuzos con nombres tan despedidores como Sopa y Pola. Algunas cuadras del barrio se deprimieron en gran medida, y huellas de ese pasado lúgubre aún siguen vigentes, sobre todo alrededor de la calle 34.
Ante ese panorama tan deprimente, parecía anunciarse la lenta pero inexorable desaparición de Teusaquillo. Sin embargo, en los últimos años las cosas han comenzado a cambiar. Primero, tímidamente, comenzaron a verse más niños en los parques. Luego se volvió natural ver de nuevo perros que pasean con sus amos. El auge de La Soledad, en particular del área de influencia del Park Way, hizo que los ojos de muchas personas que ya no podían pagar los precios disparados de La Soledad miraran hacia las casas de Teusaquillo y La Magdalena, que mantenían precios muy atractivos. La relación costo-beneficio era óptima y la cercanía del Park Way, con sus cada vez más y mejores restaurantes, hacían del sector un muy buen vividero.
En los últimos años de la primera década del presente siglo, el barrio recuperó de pronto el estatus perdido y, en cuestión de pocos meses, los precios de las casas comenzaron a subir rápidamente. No solo por la influencia de La Soledad, sino también por los grandes desarrollos del llamado Centro Internacional. La rápida valorización de Teusaquillo y La Magdalena ha hecho que en los últimos años la mirada se dirija al barrio Armenia, que comienza a vivir un auge similar al de sus vecinos ya consolidados.
Este renacer de Teusaquillo no solo lo explica el boom del Park Way. En una ciudad que se volcó en las últimas décadas a los edificios, los conjuntos cerrados y a un estilo de vida que gira en torno a los centros comerciales, más y más gente empezó a descubrir el encanto de un barrio que, a pesar del deterioro de algunas de sus casas y sus cuadras, aún conservaba, y muy bien, los valores arquitectónicos y urbanísticos de su primer esplendor.
Parques con árboles de alto porte, casas bellas, muchos antejardines bien cuidados, fachadas de ladrillo a la vista tapizadas de enredaderas, además de otra ventaja para un importante segmento de la población: Teusaquillo queda cerca de las principales universidades de la ciudad, así como del Centro y de Chapinero.
Así, la llegada de nuevos habitantes, muchos de ellos jóvenes y con inquietudes culturales, ayudó en gran medida a recuperar el aspecto físico del barrio allí donde se había perdido, y a mantenerlo donde había logrado conservarse.
EDUARDO ARIAS
Revista Habitar
Redacción El Tiempo
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO