Fingiendo ser clientes, dos hombres y dos mujeres citaban en restaurantes a las personas que vendían su automóvil por internet, para proporcionarles sustancias, en tintos o cafés, con los cuales los drogaban. Una vez sometidos, les robaban sus objetos de valor y los vehículos, según informó la Policía de Bogotá.
Tras varias denuncias de las víctimas, los uniformados y la Fiscalía comenzaron la investigación que duró cuatro meses, e incluyó seguimientos y grabaciones de cámaras de seguridad, que permitieron comprobarles nueve robos.
En uno de los videos, que se filmó en diciembre del 2016, se ve a una de las mujeres sindicadas, al lado de una de las cajas de un restaurante de cadena y sin el menor reparo, mezclando una pastilla con una bebida que posteriormente le da a uno de los afectados. Luego se ve que salen del establecimiento en el carro que estaba a la venta.
“Estos delincuentes, ganándose la confianza de sus víctimas, mezclaban sustancias que les impedían estar alerta, y luego perdían el conocimiento. Así los despojaban de sus pertenencias y vehículos, para después abandonarlos a las afueras de la ciudad”, contó el mayor Camilo León, jefe contra los delitos de la seguridad ciudadana de la Sijín.
Aunque las autoridades lograron comprobarle nueve hurtos a este grupo de personas, denominadas ‘los Tinteros’, hay indicios de que participaron en más. “No descartamos que estos delincuentes llevaran tres años delinquiendo. Invitamos a las víctimas a que acudan con la Policía para denunciarlos”, agregó el oficial.
A ‘los Tinteros’ se les procesó por los delitos de concierto para delinquir y hurto calificado y agravado. Pero, gracias a los videos y denuncias, se los cobijó con medida de aseguramiento, por lo que se les privó de la libertad en establecimiento carcelario.
La Policía recomendó a los ciudadanos ser más precavidos con la información que publican en redes sociales, como también usar plataformas de anuncios reconocidos y de trayectoria cuando se ofrezca a la venta cualquier bien. Pero, ante todo, abstenerse de recibir comidas o bebidas de personas extrañas, sin importar el grado de confianza que puedan aparentar.
Comentar