Siete viviendas tendrán que ser construidas de nuevo y otras cinco, reforzadas, después de la avalancha del 21 de febrero de este año, la cual cobró la vida de tres habitantes del municipio de Gachetá.
Las fuertes lluvias ocasionaron la creciente del río Amoladero y de las quebradas El Volador y La Esperanza, ubicadas en las veredas El Zaque y Yonama, que terminaron por destruir un centro de acopio de leche, estratégico para la distribución de este alimento en la zona rural del municipio. En la zona también había criaderos de truchas.
Por esa razón, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, realizó un consejo de Gestión del Riesgo en la zona donde se presentó el hecho, y señaló que para mayo estarán las primeras labores de reconstrucción.
Para ello comprometió a todas las entidades departamentales, con el objetivo de acelerar el proceso de retiro de rocas y lodo de la zona, la rehabilitación de vías y la adecuación de los acueductos veredales que surten a esta población.
Además, ordenó hacer los estudios de reubicación de las viviendas que están en riesgo en estos predios y brindar asesoría y acompañamiento a través de la Secretaría de Agricultura, para que se pueda volver a construir y a poner a trabajar el centro de acopio de leche que se vio afectado por la avalancha.