El aumento de consultas por infecciones respiratorias agudas (IRA) y la llegada de la temporada alta de lluvias llevó a la Secretaría de Salud de Bogotá a declarar en alerta verde a los hospitales públicos y privados de la ciudad.
La medida busca preparar a la ciudad para el aumento de circulación de virus en el ambiente, que se incrementa con las lluvias y cambios de temperatura y que disparan el número de personas afectadas por enfermedades respiratorias.
En los primeros 77 días del año cada día se atendieron en promedio 4.547 pacientes de todas las edades con problemas respiratorios en los hospitales de Bogotá. Hasta el 18 de marzo iban 350.131 consultas reportadas en toda la ciudad, frente a 296.000 del año pasado en el mismo periodo.
La cuarta parte de las personas que han acudido a un hospital por infecciones respiratorias corresponde a personas entre 20 y 39 años de edad y un número parecido a menores de 5 años.
Aunque en el 96 por ciento de los casos se manejan dentro del mismo día de consulta, con monitoreo telefónico y tratamiento ambulatorio, la alerta busca que los hospitales estén preparados para atender un aumento de pacientes en condiciones apropiadas. Eso significa que tengan personal, sitios físicos e insumos disponibles.
Carlos Julio Pinto, director de epidemiología, análisis y gestión de políticas de salud de la Secretaría de Salud de Bogotá, explicó que la alerta verde irá hasta el 16 de mayo, cuando se espera que haya pasado la temporada de lluvias e implica una activación inmediata de los planes de emergencia de los centros asistenciales.
Durante ese tiempo, los hospitales públicos y privados están obligados a comprar y tener disponibles los medicamentos y equipos que se requieren para atender a pacientes con infecciones respiratorias en consulta externa, urgencias o cuidados intensivos.
También tendrán la obligación de reportar la disponibilidad de camas de urgencia, pediatría, medicina interna y unidades de cuidados intensivos e intermedios para atender casos de IRA. El reporte tendrá que hacerse todos los días a las 9 de la mañana, a las 3 de la tarde y a las 9 de la noche, al Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE).
Pinto precisó que el objetivo de este reporte es que el CRUE pueda tener el manejo del traslado de pacientes a los sitios donde hay disponibilidad y de acuerdo con el nivel de complejidad.
Las personas afectadas por enfermedades respiratorias agudas pueden ir al punto de atención más cercano asignado por su EPS y deberán recibir atención sin restricciones y ser remitida a hospitales especializados, si su condición de salud lo amerita.
Pinto afirma que los casos más complejos son los de menores de 5 años y mayores de 60, y son los que pueden terminar hospitalizados o en cuidados intensivos, debido a que su condición inmunológica les dificulta enfrentar los virus que circulan en el ambiente. Hasta el 18 de marzo iban 12.529 hospitalizaciones por IRA y 984 pacientes en unidades de cuidados intensivos.
En la ciudad hay 350 salas IRA, es decir, zonas especializadas dentro de los hospitales, para atender a los pacientes con infecciones respiratorias agudas. Con estas salas se evita mantenerlos en las urgencias o en los pasillos. Los niños pueden estar allí entre 4 y 8 horas recibiendo asistencia y luego ser remitidos a su casa. “Se hace seguimiento telefónico y tratamiento ambulatorio a las 24, a las 48 y a las 72 horas para mirar su evolución”, explica Pinto.
La Secretaría de Salud recomienda:
Si no se ha enfermado
Evitar el contacto con personas que tengan tos o gripa.
Lavarse las manos con agua y jabón varias veces al día.
Evitar los cambios bruscos de temperatura y cubrirse boca y nariz cuando se salga de lugares cerrados.
También se recomienda desinfectar utensilios del hogar, juguetes y espacios de juego.
Los bebés menores de 6 meses deben ser alimentados exclusivamente con leche materna.
Se debe evitar el consumo de cigarrillo y el contacto con personas fumadoras.
Si los niños tienen gripa, no hay que mandarlos al colegio o al jardín.
Señales de alarma
Aumento de la frecuencia respiratoria.
Se hunden las costillas al respirar.
No quiere comer o beber líquidos y vomita todo.
Fiebre superior a 38,5 grados centígrados.
Decaimiento y somnolencia, ataques o convulsiones.
Si ya está enfermo
Al toser o estornudar, cúbrase la boca con la parte interna del codo.
Use toallas de papel para contener las secreciones respiratorias y botarlas a la basura.
Emplee mascarilla o tapabocas cuando tenga contacto con otras personas.
Ventile la casa y habitación de los enfermos.
BOGOTÁ