Los homicidios de jóvenes en la localidad de Ciudad Bolívar van en aumento. Entre enero y febrero del 2018 fueron asesinados 22, tres más que en el mismo periodo del año pasado, según datos extraídos del Grupo de Información de Criminalidad (Gicri) de la Dijín de la Policía.
La situación ha generado que organizaciones sociales de esta zona se hayan movilizado durante las últimas semanas rechazando la violencia. Precisamente, el sábado 31 de marzo pasado, decenas de personas marcharon por las calles del barrio Potosí con antorchas encendidas, exigiendo a las autoridades acciones para reducir el número de asesinatos.
El último caso sucedió en este sector el 22 de marzo. Un joven de 14 años murió tras ser apuñalado después de que le reclamó a dos personas que le devolvieran una gorra que le habían quitado. Sin embargo, son distintas las circunstancias y las armas que se usan para cometer estos crímenes. De los 22 asesinatos de jóvenes en los dos primeros meses de este año en Ciudad Bolívar, 16 fueron cometidos con armas de fuego, cinco con armas blancas y uno con objeto contundente.
De acuerdo con Luceris Segura –quien hace parte de la mesa técnica del barrio Los Altos de la Estancia–, no se sabe quién está detrás de estos hechos, pero, opinó, parece que las bandas del microtráfico tienen mucho que ver.
“En la localidad lo que están encontrando los jóvenes es la muerte y la drogadicción, no podríamos decir quiénes son los que asesinan o por qué; lo que sí, como organizaciones sociales, hacemos es un llamado a las entidades para que presten atención al tema de inseguridad”, sostuvo la mujer.
Segura también advirtió que la situación administrativa de Ciudad Bolívar, que no cuenta con un alcalde local en propiedad desde hace tiempo, ha dificultado la ejecución de programas culturales, deportivos y laborales que suelen captar a los jóvenes y alejarlos del mundo del microtráfico.

Jóvenes de esta localidad de Bogotá rechazan el aumento de homicidios en la ciudad.
Tiberio Robayo / Archivo particular
“Como organizaciones sociales, hacemos un llamado a que el Distrito haga inversión social acá, estamos seguros de que encontrándonos con los jóvenes, con programas, se mitiga todo lo que viene aumentando”, precisó.
La Administración Distrital, pese a estos señalamientos, ha adelantado significativas inversiones en este territorio. Hace pocos meses fueron entregados cuatro parques en los barrios Paraíso, San Francisco, Chircal Casa Linda y La Casona en Sierra Morena, que benefician a más de 6.000 personas y con los que se buscan, según la alcaldía local de Ciudad Bolívar, disminuir la delincuencia, el consumo de drogas y la inseguridad.
Por otro lado, durante un mes seguido, el Distrito llegó a esta localidad con un arsenal de servicios en siete puntos clave de esta zona. La Secretaría Social vinculó a personas a las casas de la juventud; el Idiprón atendió a jóvenes en situación de calle y el Idartes incluyó a colectivos artísticos en la oferta de servicios.
Además de esto, se aproximan grandes inversiones asociadas a la construcción del TransmiCable que beneficiarán a la juventud. Los equipamientos que acompañarán la megaobra tendrán un costo de $ 50.000 millones y se construirán parques (con gimnasios y canchas), una biblioteca, un supercade, dos salones comunitarios y puntos de atención turística.
Tiberio Robayo, edil de esa localidad, se refirió a las razones por las que él considera que ha aumentado el número de asesinatos contra personas de 28 años o menos. Según explicó, las bandas del microtráfico les estarían ganando el pulso a las autoridades.
“La mayoría de muertes tienen que ver con el microtráfico, pelados consumidores o que se han metido a vender droga; cuando el negociante ya no lo requiere, lo que hace es mandarlos a asesinar”, narró el cabildante, quien agregó: “Hace poco, a un chico que nunca había usado celular, le dan uno y precisamente ese día que tiene el celular ocurre el asesinato. Es una forma de ubicarlos”, alertó el cabildante.
Por otro lado –denuncian el edil y Luceris Segura–, las labores que líderes comunales y defensores de derechos humanos están realizando en estos territorios los está convirtiendo en blanco de amenazas.
“Por defender la vida también estamos en riesgo, somos amenazados, no sabemos por quién, pero nos han llegado mensajes”, añadió Luceris. Pese a las intimidaciones, dice, continuarán movilizándose para llamar la atención de las entidades. Anoche, en el barrio Potosí, de nuevo la comunidad se pronunció. Caminaron las calles y enviaron un mensaje de paz y convivencia.
Lo que ocurre en la localidad de Ciudad Bolívar contrasta con el positivo balance que presentan las autoridades en toda la ciudad. En Bogotá, en los últimos tres años, el descenso de homicidios ha sido dramático.
En el 2015 se reportaron 1.344 casos; en el 2016, 1.265; y en el 2017, 1.136, logrando la histórica cifra de 14 homicidios por cada 100.000 habitantes. En 2016 se registró una reducción del homicidio del 5,9 por ciento con respecto a las muertes ocurridas en 2015. Lo que se traduce en que en el 2016 se lograron salvar 79 vidas. Para el 2017 la reducción fue aún mayor, alcanzando 10,2 por ciento, es decir que se lograron salvar 129 vidas con respecto a las ocurridas en 2016”, argumentaron en la Secretaría de Seguridad.
Sobre lo que sucede en Ciudad Bolívar, fueron enfáticos en aclarar que no se han ahorrado esfuerzos para combatir los homicidios. Explicaron que el 2 de agosto del 2016 se desarticuló la banda criminal los Bernabé, poniendo en manos de la justicia a 16 individuos sindicados de cometer más de siete homicidios, de instrumentalizar menores para cometer actos delictivos y de expendio de estupefacientes en esa localidad.
Otra de las acciones que se ejecutaron allí fue la operación Penumbra, una intervención integral que permitió la desarticulación de seis bandas criminales dedicadas al homicidio, secuestro, concierto para delinquir, tráfico y porte de armas de fuego, hurto de personas y tráfico de estupefacientes.
“Fueron capturadas y puestas en manos de las autoridades judiciales 51 personas. Estos individuos usaban 38 inmuebles para cometer sus actividades criminales, los cuales fueron allanados y registrados”, sostuvieron. Además de esto, explicaron, se abrió un espacio para que diferentes instituciones tanto del orden distrital como nacional pudieran ofrecer sus diferentes servicios a la comunidad de la localidad, encaminados a que la intervención no sea solo en seguridad, sino también social.
Óscar Murillo Mojica
EL TIEMPO
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