Eran las 7 de la noche del pasado martes cuando Fernando Puentes, conductor de un bus del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), observó que a una de sus pasajeras le arrebataban su teléfono celular.
Este operador, de 42 años, no dudo un segundo en bajarse a perseguir al delincuente, aun sabiendo que portaba un cuchillo y le podía hacer daño. Metros adelante logró alcanzarlo, y regresó al bus con el teléfono. Sucedió en la carrera 11 con la calle 67, en el sector de Chapinero.
Esta acción se conoció horas después de que la afectada publicó en Facebook el caso. (Lea también: No se deje sorprender por los cambios de TransMilenio el fin de semana)
“No puedo creer lo que ha sucedido hoy. Venía a casa en SITP y estaba en el primer asiento del bus e iba chateando en mi celular (descuido mío), cuando subió una pareja y el tipo trató de cogerlo; yo no lo solté, pero después el tipo me amenazó con hacerme daño con algún objeto, y no dudé en soltarlo”, describió la afectada.
Agregó que “los desgraciados salieron corriendo y el bus seguía estacionado; cuando me di cuenta, el conductor salió detrás de ellos, minutos después llegó con mi celular y me lo devolvió. No puedo estar más que agradecida, no por el celular, que al fin y al cabo es algo material, sino porque el conductor perfectamente pudo haber ignorado la situación y continuar manejando; y al contrario, me mostró su solidaridad e hizo algo increíble”.
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Fernando Puentes aseguró que en ningún momento sintió temor, ya que recordó su pasó por el Ejército y su época como escolta de una alcaldesa de los Montes de María, en Bolívar y Sucre, su pueblo natal.
Puentes manifestó que eran tres los atracadores y uno se quedó fuera del bus como ‘campanero’; una muchacha trancó la puerta del vehículo y el otro se le abalanzó a la joven para quitarle el celular. “Le puse el freno de seguridad al bus y me bajé muy rápido. Corrí detrás de quien se había llevado el aparato, y media cuadra adelante lo neutralicé y me entregó el teléfono”, relata el conductor.
“Me devolví al bus y los pasajeros se querían bajar. Los tranquilicé y los llevé hasta su destino”, agrega.
Puentes es padre de una niña y trabaja en el SITP desde hace 25 meses. En los 10 años que lleva en Bogotá ha trabajado como operario de una empresa de confecciones, también fue vigilante y obrero de la construcción junto con su hermano.
Como él mismo reconoce, esta no es la primera vez que le suceden este tipo de altercados manejando para el SITP. Recuerda que hace algunos días, en la calle 19, cerca de la plaza de Paloquemao, unos delincuentes se iban a subir al bus para atracarlo, pero uno de los pasajeros se percató de la situación y le dio aviso.
“Alcancé a cerrar la puerta y no lograron subirse. Hay lugares que son peligrosos, pero hemos estado pendientes para evitar robos. Lo que hice para evitar ese atraco todos deberíamos hacerlo”, asegura el operador del consorcio Etib del SITP.
BOGOTÁ
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