Giovanny Tovar, subintendente de la Policía Nacional que ha sido clave en el proceso que se sigue por el homicidio del grafitero Diego Felipe Becerra (por parte de la Policía), se salvó de morir. En la madrugada del sábado recibió un impacto de bala, en su casa, donde cumple medida de aseguramiento preventivo.
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El uniformado descansaba en su vivienda, ubicada en el barrio Patio Bonito (suroccidente de Bogotá), cuando un hombre ingresó a la misma. Al percatarse de esto, Tovar le salió al paso para contenerlo y, durante el forcejeo, fue herido en uno de sus brazos, luego de que el presunto sicario le apuntara al pecho.
La familia de Tovar se encontraba en la casa y pudo resultar herida, pues el delincuente hizo al menos dos disparos más, que impactaron en la habitación de uno de los hijos del subintendente. Sin embargo, nadie más resultó lastimado.
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El agresor escapó de la escena, en tanto el herido fue conducido a la Clínica de Occidente, desde la cual fue remitido al Hospital de la Policía. Allí se recupera de las heridas y es custodiado.
El abogado de Tovar le contó a ‘Citynoticias’ que en varias ocasiones les han pedido seguridad a las autoridades, pues han denunciado el recibo de mensajes intimidatorios por parte de desconocidos. Tovar está vinculado al caso de la muerte de Becerra y durante el proceso judicial confesó su complicidad en la alteración de la escena del crimen, donde murió el artista urbano.
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Por su declaración, un juez le dicto medida de aseguramiento preventivo en su domicilio. Según conoció EL TIEMPO, Tovar firmó un preacuerdo de colaboración con la Fiscalía, para ayudar a develar el crimen y recibir beneficios. La audiencia de aceptación del acuerdo se realizaría mañana lunes.
BOGOTÁ
