En un turno largo que va de 6 a. m. a 9 p. m., un conductor que utiliza la plataforma Uber se puede ganar en un día bueno de trabajo un promedio de cerca de $ 90 mil.
Para el caso de un taxista, este ingreso oscilaría en los $ 61.000, también laborando en una jornada de 15 horas. Así lo estableció EL TIEMPO luego de analizar con algunos de ellos los gastos y el número de carreras que pueden hacer en un día en el que el carro no tenga pico y placa.
Por ejemplo, Camilo Rodríguez, quien es socio conductor de una plataforma tecnológica, explicó que en un día de mucho trabajo puede llegar a hacer hasta 20 carreras, que le representan cerca de $ 265.000, pero a la hora de las cuentas y de descontar lo que debe pagarle al propietario del carro ($ 44.000), el combustible ($ 55.000 de gasolina), la seguridad social ($ 9.000) y el costo que debe cancelar por utilizar esta plataforma ($ 65.000), sus réditos solo se acercan a unos 90.000 pesos.
“Esto no es todos los días; cuando tenemos pico y placa o el día está flojo, la tarifa baja y solo recibo menos de $ 30.000”, describe.
Algo similar sucede con Mauricio Jiménez, quien alquila un taxi y trabaja todos los días. Para él, en una jornada buena puede hacer un promedio de $ 200.000 y luego de pagar al propietario del taxi ($ 80.000), el combustible ($ 40.000 si es de gas), la juagada del carro, la cuota de la seguridad social y el plan de datos –los tres suman $ 19.000–, al final queda con aproximadamente 61.000 pesos.
Pero Jiménez es tajante al afirmar que no siempre es así y en algunos turnos puede alcanzar solo unos 30.000 pesos para él, luego de hacer los descuentos y pagar los compromisos. “Esto es muy difícil. Aquí en el taxismo, la mayoría no somos los propietarios de los carros; además, la ilegalidad nos tiene quebrados económicamente. A esto se suma que tenemos un día de pico y placa a la semana, y algunos no trabajamos los domingos, lo que hace que los ingresos bajen”, destaca.
Esto es muy difícil. Aquí en el taxismo, la mayoría no somos los propietarios de los carros; además, la ilegalidad nos tiene quebrados económicamente
Al respecto, el taxista Luis Vargas dice que muchas veces cuando sale a las 5 de la mañana a trabajar, la primera carrera la coge 30 minutos después.
Precisamente, este ejercicio comparativo se hizo luego del último paro de taxistas, en el cual estos le pedían al Distrito más control a los vehículos particulares que trabajan prestando el servicio público con aplicaciones móviles.
Según la Secretaría de Movilidad, se ha sancionado a más de 6.000 conductores a quienes se les ha cancelado la licencia de conducción por prestar el servicio ilegal.
En cuanto al porqué de esas diferencias en los ingresos entre un conductor de Uber y un taxista, Édder Velandia, docente de la Universidad de La Salle, dice que estos servicios por plataforma no se encuentran regulados y dependen del libre mercado y competencia, mientras que el taxi es regulado y con condiciones fijas para el usuario.
“Además, Uber tiene una tarifa dinámica en hora pico que favorece en más de un 30 por ciento al conductor. También son bonificados por los usuarios, quienes ofrecen valores adicionales por preferencia al tomar el servicio durante horas de máxima demanda, horarios nocturnos o eventos de lluvia”, destacó Velandia.
JOHN CERÓN
BOGOTÁ@CeronBastidas
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