Después de 20 años, los residentes de Facatativá, Madrid, Mosquera y Funza se podrán transportar desde sus territorios en el tren de cercanías (Regiotram) que les permitirá llegar hasta el centro de Bogotá en menos de 50 minutos. Esto les representará un alivio, ya que en la actualidad tienen que gastar en promedio dos horas de recorrido, a través de la calle 13, prácticamente la única vía acceso que tienen para llegar a la capital.
El proyecto quedó asegurado con la firma del convenio de cofinanciación en el que la Nación aporta un billón de pesos, y la Gobernación de Cundinamarca los 500.000 millones restantes.
De acuerdo con el gobernador, Jorge Emilio Rey, desde ahora se comienza a trabajar en la licitación para escoger a la compañía que construirá el sistema férreo de transporte masivo: “Sería para el primer semestre del 2018, ya que nos tomaremos unos seis meses para llevar en detalle todos los pormenores que puedan ocurrir dentro del proceso licitatorio. Tendremos a los más expertos del país al frente de esa tarea y así se ejecutará la obra sin ningún contratiempo”.
El funcionario agregó que la adjudicación se daría para finales del 2018, y las obras se comenzarían a ejecutar en el 2019. Para finales del 2021 o inicios del 2022 los trenes circularían por los 41 kilómetros de vía férrea entre la ciudad y sus municipios vecinos al occidente.
“Se inicia una nueva era para la movilidad de Cundinamarca y de Bogotá. Con este esquema de integración regional las personas se podrán movilizar de manera más confortable y rápida, en un sistema ambientalmente amigable. Se beneficiarán 1’200.000 personas que viven en la Sabana de Bogotá, y en las localidades de Fontibón, Puente Aranda y Engativá”, puntualizó Rey.
Se estima que el Regiotram movilice a unos 125.000 pasajeros diarios, y además se reutilización el antiguo trazado férreo que va paralelo por la calle 22.
De hecho, pese a que es un proyecto de gran envergadura, solo se requiere construir ferrocarril entre la estación de la primera línea del metro de Bogotá, en la calle 26, con la estación de Regiotram en la calle 19 con avenida Caracas.
Por otro lado, se tuvo en cuenta la solicitud por parte del Distrito de que las intersecciones en la ciudad no se vean afectadas por el paso del tren, por lo que el sistema contará con pasos elevados en la avenida de las Américas, las carreras 30 y 50, y en las avenidas 68, Boyacá y Ciudad de Cali.
Las tarifas, según la proyecciones de la Gobernación, no se incrementarán con respecto a lo que actualmente tienen que pagar las personas que viajan desde los municipios por los que pasará el tren ligero.
“Son equiparables a los que tiene que pagar un usuario de transporte cuando quiere llegar al centro de la ciudad. Estamos hablando de 6.200 pesos para un pasajero que provenga desde Facatativá, 4.200 para uno que llegue de Mosquera, con el beneficio de que el tiempo de recorrido será de 48 minutos”, señaló Rey.
En las poblaciones que se beneficiarán con el Regiotram recibieron con optimismo la noticia. “Estamos muy contentos porque hemos padecido un fenómeno de movilidad restringida a la ciudad, y ese sistema será la mejor solución. En promedio, los madrileños pueden gastarse hasta 3 horas para llegar a Bogotá”, mencionó Orlando Alberto Cardona, alcalde de Madrid.
Mientras que Pablo Emilio Malo, el mandatario local de Facatativá, resaltó que el tren mejorará la calidad de vida de los residentes de ese territorio. “Son unas 35.000 personas que viajan a diario a la capital a estudiar o trabajar. Ellos contarán con un sistema cómodo y rápido, y por eso estamos felices con la noticia porque el desarrollo vial al municipio ha sido muy lento”, manifestó.
Académicos indicaron que se estaba en deuda con las poblaciones que se beneficiarán con el proyecto. “Es fundamental para garantizar la conectividad entre Bogotá y la región. Es un experimento que si sale bien será referente para conectar poblaciones como La Calera, Chía, Cajicá y Cota, que también son de importancia para Bogotá”, explicó Fernando Rojas, experto en Movilidad.
Incluso, el sistema servirá de complemento para el metro en el occidente del Distrito. “Y también llevará a que se piense en cómo se integrará con TransMilenio. Pero, además, conllevará a la urbanización de las zonas por las que pasará el sistema, por lo que desarrollar esos territorios se convertirá en un desafío para la capital”, concluyó Rojas.
El viernes pasado también se ratificó el convenio de cofinanciación entre el Gobierno Nacional, la Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía de Soacha para construir las fases II y III del TransMilenio en ese municipio, al suroccidente de Bogotá. El proyecto tendrá un costo de 630.000 millones de pesos, de los que la Nación financiará el 70 por ciento, mientras que el departamento y Soacha aportarán 15 por ciento cada uno del precio total.
JOSÉ D. RODRÍGUEZ
ELTIEMPO
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