El caso del perro Thor fue desestimado por el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (Idpyba) luego de una minuciosa investigación. Según lo que pudo comprobar la entidad, se encontraron pruebas de que este canino era de la calle y no de la familia a la cual denunciaron a través de un video.
Así se resuelve la polémica generada luego de que en enero pasado se conocieran por redes sociales las imágenes del momento cuando una persona distrae al canino con una rama, la tira lejos, para que el animal vaya a atraparla y luego se sube a un vehículo.
Las redes sociales se encendieron. La escena despertó la indignación de los usuarios, que lamentaron que se distrajera al animal para, supuestamente, abandonarlo, y de inmediato las autoridades anunciaron que investigarían lo sucedido.
De acuerdo con el Idpyba, se halló que el canino bautizado luego como Thor era un perro de calle del sector. Esto se sumó a las pruebas aportadas por la familia señalada a la Inspección de Policía, en las que se comprobó que ellos no tenían nada que ver con este animal.
“Por lo tanto, se decide archivar el expediente”, manifestó la entidad sobre el hecho ocurrido el 12 de enero en un parque de la Ciudadela Colsubsidio, en el occidente de Bogotá.
Luego de que el video del supuesto abandono se hiciera viral en redes sociales, ELTIEMPO.COM contactó a Lina García, una de las mujeres que era señalada de dejar botado al perro y huir en el carro con su familia.
En ese momento, García manifestó que el perro no era de su propiedad y denunció que el agresivo debate había llegado a tal magnitud, que hasta recibió amenazas.
“Nos encontrábamos en el parque con la hija menor de edad de mi esposo y mi hermano -mi marido no estaba con nosotros, pues se encontraba trabajando-, vimos que el perrito callejero, que se llama ahora Thor, estaba deambulando en la vía, a veces se le metía a los carros o los seguía. En un momento, el perrito se acostó en la vía y por eso decidimos bajarnos y tratar de que se subiera al andén del parque”, narró García.
Tras la decisión que tomó el Idpyba, García señaló que con su familia se presentó voluntariamente a la entidad, allí contaron su versión de los hechos y aportaron pruebas de video y testimonios para demostrar que el perro era callejero.
La Inspección de Policía que llevaba el caso comprobó la veracidad de las pruebas.
“No se puede creer en todo lo que se pública en redes sociales. Yo aprendí esa lección”, afirmó la mujer, quien también lanzó un mensaje a algunos sectores animalistas: “Cómo pueden amar a los animales y atentar contra las personas: las denigran detrás de un computador”.
García consideró que este caso evidenció que por la Ciudadela Colsubsidio hay varios perros callejeros deambulando, por lo que se preguntó: “¿Dónde estaban los animalistas para ayudar a esos animales?”.
Y agregó que seguirá adelante con una denuncia contra las personas que subieron el video a redes sociales, pues pusieron en peligro su vida tras las amenazas que recibió.
“Yo les dije a los del video que era un perro callejero y aun así grabaron. Tristemente en este país uno no puede ayudar a nadie porque le pasan a uno estas cosas”, concluyó García.
ELTIEMPO.COM
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