Con carteles en sus fachadas, vecinos del barrio Quesada se alzaron en contra de las dos explosiones de las que fueron víctimas en tan solo ocho días en la localidad de Teusaquillo.
La primera ocurrió el viernes 17 de febrero y dejó lesionadas a siete personas; y la última, registrada el sábado en la madrugada, dejó una mujer herida y afectaciones en 7 manzanas a la redonda.
Intranquilos, se reunieron el sábado en la tarde con el alcalde mayor, Enrique Peñalosa, el alcalde local, Rodrigo Bernal, y la Policía con el fin de exigirles mayor seguridad y resultados en la investigación, ya que sienten miedo hasta en sus propias casas. El coronel Álex Vega Moya les dijo que los ataques van dirigidos al propietario del restaurante Café Shahrzad, quien tuvo que irse del establecimiento, en el que también vivía.
El alcalde Enrique Peñalosa afirmó este domingo que se maneja la hipótesis de una posible extorsión, versión que los vecinos comparten: “Es un buen hombre, solo está siendo víctima de extorsiones que no pagó, y todos estamos sufriendo las consecuencias”.
Aunque muchos de los afectados tuvieron que usar bolsas plásticas, que les suministró el Distrito para resguardarse del frío, pues la explosión rompió vidrios y tumbó puertas, solo a una familia le sugirieron la evacuación, debido a las graves afectaciones que sufrió la estructura de su casa.
Alicia Rico, una adulta mayor que padece de alzhéimer, es la propietaria de la vivienda y se pregunta constantemente cómo, de un día para otro, la cocina y el patio (colindantes con la pared del restaurante), quedaron destruidos.
La respuesta debe dársela su nuera, Ángela Martínez, quien dice que necesitan la ayuda de un psicólogo, pues el choque emocional que tiene que vivir Alicia cada vez que le dicen que su casa fue afectada por una explosión no es fácil de manejar.
“Mi esposo y yo nos vinimos a vivir con ella luego de que su esposo muriera, y la recomendación del médico decía que siguiera morando en su casa, porque le ayudaba a recordar. Ahora que nos tenemos que ir porque la casa se puede caer, será difícil para ella despertarse fuera de su hogar”, explicó Ángela Martínez.
Además, esta familia, que teme por la seguridad de sus objetos, pues la casa quedará sola, con huecos en las paredes y en el techo, le está exigiendo al Instituto Distrital de Gestión de Riesgos (Idiger) que les envíe un ingeniero estructural para que les diga si pueden restaurar la casa o deberán demolerla. “Como aún no se sabe si fue un acto terrorista, los costos de las reparaciones saldrán de nuestros bolsillos”, mencionó Ángela.
Para otro de los vecinos, quien pidió no revelar su nombre, los daños también son considerables. Debe invertir más de 1 millón de pesos en los vidrios y el tejado de su casa. Además, debe encontrar la manera de calmar a sus inquilinos, pues asegura que ya empezaron a irse por miedo a otra explosión.
Este miércoles, los residentes del barrio Quesada se reunirán de nuevo con el alcalde de Teusaquillo para hacerle seguimiento a la investigación que adelantan el CTI, el Gaula y la Policía de Bogotá.
LEIDY TATIANA ROJAS
Redacción EL TIEMPO ZONAleiroj@eltiempo.com
