El plan de modernización que tiene en marcha la Administración Distrital busca dejar a la ciudad un sistema de alumbrado público moderno, gestionado desde un centro de control y con un programa de energía renovable de respaldo.
“En el enfoque que tiene el alumbrado público en este momento a nivel mundial hay un tema de sostenibilidad, de eficiencia energética y, obviamente, de garantizar la percepción de seguridad para las ciudades”, explica la Unidad Administrativa de Servicios Públicos (Uaesp), que armonizó su plan con esa tendencia.
La entidad asegura que el plan no le costará al Distrito, al año, más allá de los 200.000 millones de pesos que cuesta en promedio la factura del alumbrado público que Codensa le pasa a la ciudad (entre 13.500 millones y 15.000 millones al mes), y que incluye el pago de la tarifa por el consumo del alumbrado público, la administración, la operación y el mantenimiento de la infraestructura.
Bogotá tiene 3’261.932 metros de redes aéreas de alumbrado y 4’706.279 de subterráneas. Hay en total 965.355 postes exclusivos para el alumbrado, 28.812 cámaras de red eléctrica, 2’04.418 metros en ductos, 647 transformadores exclusivos para alumbrado público y 348.087 luminarias.
La tarea comenzó por el cambio de luminarias, pues el primero de enero del 2016, el 97 por ciento eran de sodio, una tecnología que ya pasó de moda en el resto del mundo. Este es el detalle de los pilares: http://www.eltiempo.com/bogota/bogota-tendra-un-sistema-moderno-de-iluminacion-166060
En el segundo semestre del 2018, la Uaesp espera tener en operación un centro de control y gestión del alumbrado. La idea es que, a través del fotocontrol, se pueda saber cuándo y dónde encender y apagar una luminaria, dependiendo de las necesidades, del lugar y de la hora.
Se busca que de esa manera se pueda ahorrar energía y el alumbrado sea un integrador con frentes como la medición de la calidad del aire o la seguridad.
Ya está en marcha un plan piloto, y se trabaja en poner a funcionar otros tres, que incluyan 10.000 luminarias en vías, para testear su manejo. Lo que se quiere es garantizar el control en directo de la iluminación de la ciudad y la atención de emergencias cuando sea necesario. “Queremos ser la base para que Bogotá sea una ciudad inteligente”, dijo la Uaesp.
Este pilar del plan de modernización busca el cambio de luz amarilla (sodio) por luz blanca (halogenuro metálico con quemador cerámico) en espacios que no están cubiertos por la instalación de bombillas led.
La prioridad de este componente del programa de modernización apunta a garantizar iluminación en 1.000 parques, empezando por los que se han identificado como críticos debido a problemas de inseguridad denunciados por la comunidad y confirmados por la Policía y la Secretaría de Seguridad. De hecho, este trabajo ha fortalecido el programa de instalación de canchas sintéticas en los parques.
La tecnología led se viene implementando en el mundo desde el 2010. Ahora, Bogotá será la primera ciudad colombiana y de América Latina con 130.000 de estas bombillas en su alumbrado público. Estarán en diez vías principales y seis localidades.
Aunque se podría superar la meta de las 130.000, no se incluyó una cifra más alta porque esa es la capacidad operativa de Codensa. Según la Uaesp, técnicamente solo se pueden instalar 25.000 luminarias certificadas al año. La instalación de una, desde que llega la cuadrilla a revisar, se quita el material antiguo y se instala el nuevo, se demora alrededor de 45 minutos.
Se estima que el ahorro de energía del alumbrado público oscilará entre el 20 y el 25 por ciento en las zonas donde se instalen las bombillas led.
Las localidades elegidas para empezar la instalación tienen luminarias que cumplieron su vida útil hace más de 15 años. Además, según la Uaesp, el parámetro de tolerancia de fallas es del 70 por ciento, y también lo habían superado. Son Kennedy, Bosa, Puente Aranda, Fontibón, Rafael Uribe Uribe y Antonio Nariño.
Este pilar del plan busca dotar a la ciudad de un sistema de energía de respaldo para el alumbrado, que debe quedar listo al terminar el actual gobierno. En este momento hay cuatro proyectos pilotos de energía solar (fotovoltaica) que permitirán sentar las bases para este programa.
En el primero, en el parque Nacional, se instalaron 5 equipos de iluminación autosostenible en la calle 39 con carrera 7.ª, con la campaña ‘Aclara Bogotá’, liderada por Unilever y su marca Dove, para mejorar las condiciones de seguridad de los transeúntes. Participan las secretarías de la Mujer, de Seguridad y de Gobierno, además de la Uaesp.
En el segundo, en Usme, con el nombre Parque Cuatro Caminos, también se instalaron 5 equipos, dentro de la misma campaña ‘Aclara Bogotá’, en la calle 65 sur con carrera 1.ª, parque San Pedro de Usme.
En el tercero, con el Liceo Francés, la firma Axcellnet, en la calle 87 entre carreras 7.ª y 8.ª, reemplazó el poste de alumbrado público para la instalación de luminaria fotovoltaica (solar) de 70 W. El cuatro está en el parqueadero de la Uaesp. Con la firma Hebesta se instaló una luminaria fotovoltaica de 70 W.
El alumbrado público de la ciudad estaba pidiendo a gritos una renovación. Cuando llegó el actual gobierno, el 1.° de enero del 2016, de 340.261 luminarias instaladas en ese momento 155.068 ya habían cumplido su vida útil; la mayoría, 104.608, del 2013 hacia atrás.
A eso se sumaba que prácticamente el 97 por ciento de las luminarias eran anticuadas, es decir, de sodio, tecnología que en la mayor parte del mundo ya se ha reemplazado por iluminación led. Solo 11.000 de las luminarias de la capital correspondían al nuevo sistema.
A ese diagnóstico, la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) le sumó otro: el impacto que esa situación estaba causando en el servicio público del alumbrado. Al revisar lo ocurrido desde el 2009, la entidad encontró un total de 1’660.272 fallas de alumbrado atendidas, de las cuales la tercera parte (32 por ciento) obligó en su momento a hacer mantenimiento de luminarias que estaban apagadas. El 29 por ciento requirió arreglos por daños subterráneos en redes y el 13 por ciento, por cambio de bombillos.
En el 20 por ciento de las fallas se encontraron solicitudes repetidas, alumbrado público normal o mantenimiento por limpieza y en el 6 por ciento, reposiciones por vandalismo y reposición de cable hurtado o luminarias en espacio privado.
La conclusión es que el 74 por ciento de las fallas correspondían a la obsolescencia del sistema de alumbrado de la ciudad, que, además, estaba impactando en la seguridad de los ciudadanos en parques, avenidas y barrios.
Con este inventario, la Uaesp se reunió con Codensa, la empresa que tiene a su cargo la administración, operación y mantenimiento del alumbrado público de la ciudad, para estructurar el plan de modernización que, según el Distrito, está incluido en el costo mensual que la ciudad paga por el servicio, es decir, entre 13.000 y 15.000 millones de pesos.
EL TIEMPO
* Concepto y redacción editorial Unidad de Contenidos Especiales de EL TIEMPO. Con el patrocinio de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp)
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