Los 276 camiones de basura que se compraron en la pasada Administración y que costaron $ 76.000 millones, más 35.000 de mantenimiento, serán subastados. Este lunes arranca el proceso para establecer cuánto valen. Según un peritaje previo, valdrían unos $ 20.000 millones.
La empresa responsable es el Acueducto de Bogotá (EAAB). En el 2012 se le dio la orden de hacer la operación de aseo, en una polémica decisión que se tomó en la junta directiva que presidió el entonces alcalde Gustavo Petro. La idea era que la recolección de residuos domiciliarios fuera 100 % del Distrito. Sin embargo eso no se logró, lo que llevó a que la ciudad quedara en un proceso mixto: 52 por ciento en la empresa filial de la EAAB, Aguas de Bogotá, y el 48 por ciento restante en manos privadas.
En agosto pasado el Tribunal Administrativo de Cundinamarca tumbó la decisión que tomó Petro en el 2012 y le dio un plazo al Distrito para que terminara con esa labor.
Paralelo a esto, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) le impuso una multa por más de 70.000 millones a la EAAB, entre otras cosas por limitar la libre competencia. Además le dio un plazo para que sacara adelante el proceso de licitación de la recolección de los residuos domiciliarios y el barrido de calles, plazo que se cumplió el pasado 13 de febrero. Un día antes comenzaron a operar cinco prestadores.
EL TIEMPO habló con Angélica Arenas, gerente corporativa de residuos sólidos de la EAAB. Ella afirmó que cuando llega la actual Administración recibió 150 camiones en operación, 126 fuera de servicio, uno tuvo un siniestro y el otro se lo robaron. Cuenta que para la época que llegaron los camiones, la firma que los vendió no tenía representación para el mantenimiento preventivo y correctivo. Así que a medida que se iban varando, le quitaban piezas a otros.
Al parecer, Bogotá llegó a tener más de los camiones que se requerían. Como si fuera poco, para poder operar mientras entraba el nuevo esquema de aseo, el Distrito invirtió 30.000 millones de pesos para el mantenimiento de lo compactadores que estaban en franco deterioro. Y además, según evaluaciones que hicieron firmas contratadas por la EAAB, esos camiones no eran adecuados.
Para alistar la flota que sale a subasta en unos meses, fue necesario llevarlos a La Diana, lote de propiedad del Acueducto entre Sopó y Tocancipá. Las autoridades allí se quejaron, porque consideraron que les estaban llevando chatarra sucia.
Arenas dice que 134 automotores que están allí fueron desinfectados y están listos para el peritaje, junto con 15 más que están inservibles. Otros 64 fueron alquilados a los actuales operadores de aseo. Hay 44 que están deteriorados y deben ser reparados. El resto hacen parte de un litigio con el taller, porque al parecer los llevaron a reparar y terminaron desgüazados.
Estos problemas fueron puestos en conocimiento de la Contraloría y la Personería distrital, la Procuraduría y la Fiscalía.
BOGOTÁ
En Twitter: @BogotaET
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