El informe, tercero de una serie anual, hace un llamamiento para que se intruduzcan grandes cambios para abrir los mercados mundiales, crear más oportunidad de trabajo, reformar las instituciones internacionales y concretar un pacto mundial entre los países ricos y los países pobres.
Fernando Zumbado, director regional del PNUD para América Latina y el Caribe, presentó este informe en la Cancillería de San Carlos, en el cual destaca que los datos allí consignados son totalmente independientes y no muestran posición de ningún Estado en particular.
Zumbado dijo que, en la actualidad, los países pobres están liberalizando la economía, pero no hay una apertura equitativa por parte de las naciones desarrolladas que siguen aumentando sus barreras proteccionistas. Hay una contradicción entre lo que se recomienda y lo que se hace .
El representante costarricense dijo que hay un buen ambiente entre las naciones para resolver los problemas multilateralmente. Por primera vez existe un pacto global con metas fijas para el año 2000 y hay compromisos claros para verificar que éstas se cumplan .
El informe sugiere una estrategia de cuatro puntos para el pacto mundial: reducir el gasto militar en un tres por ciento anual; abrir los mercados mundiales; reformar la ayuda externa distribuyéndola eficientemente, y negociar un nuevo pacto respecto a la deuda para detener la transferencia actual de 50.000 millones de dólares anuales de los países en desarrollo a los países industrializados.
El pacto entre ricos y pobres propone reducir la pobreza absoluta al menos en un cinco por ciento, crear suficientes empleos y acelerar la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Zumbado dijo que políticamente no se puede creer en la democracia si no hay suficicente justicia; por eso es necesario fortalecer esta rama del poder en los países en desarrollo.