¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

EL CASTILLO DE MARROQUÍN... ENCANTA!

Son cien años, no de soledad, sino de misterios, leyendas y fantasmas que con el paso del tiempo han acompañado al famoso Castillo de Marroquín.

Redacción El Tiempo
Lleva ese nombre en honor al primer propietario: José Manuel Marroquín Ricaurte, ex presidente de la República y escritor de novelas, quien lo recibió como obsequio de sus hijos.
Los primeros habitantes de esos terrenos fueron Los Muiscas, quienes adoraron, allí, a la diosa Chía. En sus inicios fue fuente de inspiración para las novelas y demás escritos del ex presidente, quien en esa época pasaba de los 70 años. Corre el rumor de que allí se concretó la venta de Panamá.
Una de las leyendas, en el tiempo en que se rezaba el rosario a las 5 de la tarde, cuenta que doña Trinidad Ricaurte y Nariño salió en busca de una ruana para protegerse del frío. La señora jamás volvió, no se supo más de ella.
Cuando la familia Marroquín decidió vender la construcción, los nuevos compradores no pudieron habitarla debido a que los espantos hacían de las suyas.
Después de varios usos, se instaló un sanatorio mental, que fue desarticulado cuando dos pacientes se ahorcaron.
En 1970, el señor Guillermo Villasmil compró la propiedad y decidió remodelarla y decorarla. Hizo un recorrido por los anticuarios, desde Puerto Rico hasta Argentina buscando cada mueble y accesorio. El día de la inauguración, mientras volaba de regreso, su avioneta se estrelló. Villasmil murió.
Casi de inmediato llegó un nuevo comprador de origen paisa llamado Juan Camilo Zapata. Los únicos habitantes vivos que tiene actualmente el Castillo son una pareja de lechuzas con sus crías que armaron su nido en lo alto de una de las torres.
Arquitectura, accesorios y espantos
Los muebles franceses que allí se encuentran son más antiguos que el mismo castillo: hay lámparas colgantes con mil y una lágrimas de cristal, consolas y cómodas en madera exquisitamente talladas y algunas paredes tapizadas en seda.
También se conserva una armadura completa con lanza y espada, que perteneció al Rey Fernando IV y data de 1816.
El piso, originalmente en piedra semipulida, se cubrió con alfombras.
Las instalaciones se dividen en dos plantas. En la primera, se disponen las salas con muebles muy antiguos, los comedores, la amplísima cocina y tres habitaciones con accesorios que le dan un especial toque de la elegancia del siglo pasado.
La segunda planta es un apartamento de una alcoba inmensa (la cama tiene más de dos metros de ancho): el vestier es casi tan grande como la habitación, baño privado con tina en minibaldosas, un comedor privado y la entrada a la torre.
Dentro de sus múltiples encantos está el acceso a la torre derecha, con escaleras en madera y forma de caracol, alfombras y muebles anticados.
Villasmil, aprovechando los 79.000 metros cuadrados del predio, levantó un criadero de caballos hoy inexistente del cual salió, entre otros, el famoso Tupac Amarú que perteneció a Gonzalo Rodríguez Gacha. Se llegaron a completar 230 yeguas y 52 machos.
Hoy, al igual que hace 100 años, continúa siendo propiedad privada y no se permite el paso al público; aunque está en venta y el precio se ha fijado en 60 millones de dólares.
Y... los espantos?
Dicen quienes han intentado habitarlo o trabajar en el Castillo que entre las 7:30 y las 9 de la noche ni antes ni después, un hombre de unos dos metros de altura, cubierto con sobretodo y sombrero de copa negros, atraviesa el patio de la fuente y se dirige al bosque, perdiéndose en él. Hay quienes creen que es el espíritu de Marroquín que no ha podido vencer sus apegos terrenales.
Redacción El Tiempo
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO