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PONTE EN MIS ZAPATOS

Para hacer una buena película, algunas veces, solo basta observar muy bien (de manera minuciosa y sin perder el encanto) las pequeñas cosas que pasan a diario. Los chicos con uniforme de colegio montados en el tren, las nubes haciendo sombras sobre la arena de la Plaza de toros, los cerros verdes después de un chaparrón. Basta mirar lo que pasa con el compañero de oficina que habla por teléfono. Pero ese verbo es vital: observar. Luego saber contarlo. Eso, precisamente es lo que sabe hacer de memoria el director iraní Majid Majidi y lo reitera en este nuevo filme: Los niños del cielo (o Children of heaven, u, originalmente, BachehaYe aseman).

Redacción El Tiempo
Las historias están ahí, no hay necesidad de complicarse tanto. Por eso Majidi toma un hecho sencillo para elaborar todo un tratado sobre el sacrificio, el amor y las costumbres. Cómo lo logra? Dejando que la cámara muestre con detalle lo que ocurre, imitando al buen observador (el detallista). Y esto es lo que se ve, por lo menos en una primera lectura: El joven Alí, un colegial, se mete en un lío tremendo cuando, sin querer, pierde los zapatos recién reparados de su hermana. Ella no tiene otro par y necesita, irremediablemente, zapatos para ir al colegio.
El muchacho está en una encrucijada, si le cuenta a su padre seguro lo castiga. Lo peor del cuento (es un niño muy sensato, un personaje adorable) es que el chico sabe que su papá no tiene dinero para reponer la pérdida. Por eso decide proponerle a su hermana que: tu te pones los zapatos en la mañana, vas a la escuela y luego me los prestas para ir a mis clases, por la tarde . Ese es el pacto. Solo que la pobre Zahra la hermana queda textualmente, nadando , en los tenis de su hermano (la imagen es muy conmovedora, es el testimonio del no hay más, solo unos zapatos y toca compartirlos, no hay billete ).
Así transcurre el filme que se va narrando lentamente, sacando provecho, también, de las desgracias cotidianas como perder los únicos tenis en un caño, o ser echado de la escuela por tener los zapatos sucios o desear lo que no se tiene, con el alma.
Desesperado, Alí cree encontrar una solución para el asunto de los zapatos. Se entera de una carrera de atletismo en la que los tres primeros serán premiados. El, aunque sabe que puede llegar de primero, necesita ocupar el tercer puesto porque así recibirá unos tenis nuevos. Qué pasará en la carrera? (Bueno, por ahora les aseguro que van a sufrir mucho) De eso se encargó perfectamente Majidi. Y claro, no se los contaríamos ni de vainas. Ya es problema de ustedes sin deciden ir o no al filme. Eskpe se los recomienda a ojo cerrado.
El diario estadounidense, San Francisco Croniche, lo referencia así: Este encantador y divertido filme, merece una gran audiencia, especialmente que vayan las familias. Aborda la inocencia de un niño de una manera muy afectiva ..
Redacción El Tiempo
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