Tampoco lograban comunicación de emergencia con una frecuencia que se encontraba ocupada, mientras que los viejos Motorola hacen esto sin problema.
Y si los policías se salían de determinada jurisdicción, los radioteléfonos Alcatel resultaban inservibles.
De esa manera resume un vocero de la Policía Metropolitana, la falla del sistema radiotelefónico que la administración de Jaime Castro adquirió como parte de un contrato de modernización, información, operación, movilización e inteligencia de la Policía Metropolitana.
En esa falla se sustenta, esencialmente, la demanda por 14.5 millones de dólares( unos 25 mil millones de pesos) que el Fondo de Vigilancia y Seguridad (FVS) de Bogotá le puso a la Sociedad Francesa de Exportación del Ministerio del Interior (Sofremi), por supuesto incumplimiento del contrato para modernizar a la Policía.
La demanda fue instaurada en París, ante la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (CCI), por el abogado Edmundo del Castillo, quien para este caso representa al Fondo de Vigilancia de Bogotá.
El contrato con Sofremi, para el suministro de equipos, se firmó el 4 de agosto de 1994. A su vez, esa sociedad francesa subcontrató con Alcatel.
Nosotros esperamos que para finales de julio ya nos hayan contestado la demanda. Antes de acudir a la justicia ordinaria debíamos acudir a un Tribunal de Arbitramento, como lo hicimos , afirma el gerente del FVS, Javier López Camargo.
Esta semana debe definirse el tercer árbitro para el Tribunal de Arbitramento.
Ya fueron nombrados Fernando Hinestrosa Forero, por parte del Fondo de Vigilancia y Hernando Tapias Rocha, por parte de la sociedad francesa.
Aunque los radioteléfonos no sirvieron, las cámaras de video que se situaron en distintos puntos de la ciudad y que también hicieron parte del contrato, han funcionado bien, según la Policía.
También, de acuerdo con la institución, con el sistema de los franceses ha operado sin problemas la línea 112, que recibe las llamadas de alerta de la ciudadanía.