No me explico cómo las autoridades yugoslavas subestiman la fuerza de las imágenes de los puentes y carreteras destruidas, del llanto desgarrador de los serbios enterrando a sus muertos, de un país que está al borde de una emergencia sanitaria y donde ya empieza a escasear la comida.
En cambio, los Estados Unidos y sus aliados son sin duda los campeones en la guerra de la información. La OTAN desde Bruselas, la Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado desde Washington se preocupan por organizar conferencias de prensa con gráficas y fotografías satelitales para difundir al mundo su versión de los ataques; y de paso admitir sus errores mortales. En contraste, el gobierno serbio actúa de espaldas a los medios de comunicación, sin informar sobre los detalles de la agresión de la que son víctimas. Sus declaraciones son esporádicas y a veces la única fuente de información es lo que difunde la televisión local en Belgrado, hasta que la OTAN decidió bombardear sus estudios! Y esta desigualdad en el manejo de la información crea un desequilibrio para quienes cubrimos con asombro la actual crisis en los Balcanes.
Para CNN ha sido difícil darle el mismo tratamiento periodístico al gobierno yugoslavo que a la OTAN y sus miembros. En el caso de nuestros corresponsales, sólo pueden grabar en ciertas áreas y no tienen la libertad de desplazarse por todo el territorio; el equipo de CNN sólo puede ver la destrucción causada por la OTAN mientras estén guiados y acompañados por funcionarios serbios. También ha sido limitado el número de visas aprobadas para el personal periodístico y de producción de CNN.
En Kosovo, la mayoría de los periodistas fueron expulsados de la provincia hace más de un mes y allí los enviados especiales de CNN no han podido regresar si no es en compañía de las autoridades. Será que Milosevic se vería en aprietos contestando las preguntas de decenas de reporteros que lo confrontarían con las horripilantes historias de cientos de miles de Kosovares víctimas de aberrantes agresiones, persecuciones, genocidio y limpieza étnica por parte de las fuerzas serbias? Esos son los testimonios que día a día captan los medios de comunicación y que, a falta de ganadores, nos confirman quienes son los perdedores de esta guerra: las multitudes de refugiados kosovares hambrientos, cansados y desconsolados que con su desgracia han despertado la solidaridad del resto del mundo.
La otra cara de la información Por Fernando Ariza Romero La televisión colombiana está empezando una nueva etapa. Los canales privados, los públicos y regionales se han enfrascado en una competencia por captar audiencia, y sus armas principales han sido la producción de novelas y series nacionales de una buena calidad, además de la transmisión de algunos eventos especiales que llaman la atención, pero que nos sustraen de la realidad nacional e internacional que actualmente el mundo está viviendo.
Cierto es que Colombia tiene sus propios problemas, y que la crisis económica no permite el traslado al epicentro de la información de equipos de emisión de noticias, sea en la antigua Yugoslavia o en otro lado donde esta se genere. Pero parece que la franja internacional fuera la misma en los noticieros, que el casette con las imágenes del la guerra de los Balcanes, los tornados en Estados Unidos o las elecciones en Panamá, por hablar de los hechos más recientes, se lo prestaran entre ellos. Pero también en este caso hay excepciones a la regla: el canal RCN, gracias a un convenio con la cadena CBS puede contar con corresponsales en todo el mundo que transmiten de una manera un poco más personalizada la información. El periodista español Pablo Gato ha realizado varios informes que aterrizan a los colombianos un conflicto de inmensas proporciones, que para algunos analistas internacionales puede desencadenar la Tercera Guerra Mundial, tal la magnitud de los intereses en juego. Este convenio favorece tanto al canal como a los televidentes, porque se tiene la posibilidad de ampliar la cobertura informativa por parte de los primeros, y acerca un poco más al conflicto a los segundos. Para María Elvira Bonilla Sub-directora de noticias de RCN la información internacional es una prioridad para este canal: Esa es la razón de nuestra alianza con CBS. No nos podemos sustraer a la realidad y el acontecer mundial .
Por otra parte, las limitantes de presupuesto y tecnología no han impedido que el noticiero Uninoticias, por intermedio de Juan Carlos Flórez, se encarguen del análisis desde el punto de vista latinoamericano, de las consecuencias que para esta parte del mundo puede desencadenar la guerra de Los Balcanes. Un esfuerzo que recompensa el televidente observando algo diferente a las acostumbradas y repetitivas imágenes que pasan los demás noticieros.
CNN EN LA CRISIS DE LOS BALCANES: HECHOS Y CIFRAS * Más de 75 personas ubicadas en Yugoslavia y demás países involucrados en el conflicto.
* Desde que comenzaron los ataques de la OTAN 27 corresponsales han enviado informes desde Atenas, Belgrado, Bruselas, Chipre, Kukes, Londres, Moscú, Oslo, Prístina, Skopje, Tirana,Tuzla, Vukovar, la base aérea de Aviana (Italia) y desde la flota naval estadounidense en el mar Adriático.
*Para sus transmisiones CNN cuenta con sus propias antenas satelitales portátiles conocidas como fly-way y ha utilizado los servicios de la televisión serbia o a través de una línea Toko que permite transmitir vídeo comprimido a través de una línea telefónica.
MEDIDAS DE SEGURIDAD.
* La seguridad del personal de CNN es la prioridad para la cadena.
* Los corresponsales y el equipo de producción están en el lugar en forma voluntaria y pueden de abandonar su labor cuando lo consideren necesario.
* CNN entrena a su equipo para sortear situaciones de guerra, esto incluye curso de primeros auxilios.
* El personal de la compañía porta chalecos antibalas.
* En muchas circunstancias también se utilizan escoltas y vehículos blindados.
EL PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACION: En el caso de CNN la labor de los periodistas ha sido restringida pero siempre buscamos maneras de incluir en nuestras informaciones la versión serbia, los testimonios de los funcionarios del gobierno yugoslavo y, cuando esto no ha sido posible, nos hemos referido a la televisión local o, en últimas, a la agencia de noticias oficial.
Algunas de las consideraciones especiales incluyen responsabilidades como por ejemplo no informar sobre posibles o futuros blancos de la OTAN, a menos que sea un testimonio en cámara de algún funcionario de la alianza. Tampoco informar sobre misiles o aviones que están en ruta hacia sus objetivos, eso no sólo convertiría a los pilotos en blanco de ataques sino a CNN, que es vista alrededor del mundo, en un servicio de inteligencia.