Anoche, el Consejo de Decanos de la Universidad Nacional informó que el lunes y martes próximos se realizarán normalmente los exámenes de admisión y las clases se reanudarán el miércoles 23 de mayo.
Las alteraciones se produjeron sobre las 10:30 de la mañana, minutos antes de que terminaran las honras fúnebres en el Cementerio Central, a las que asistieron cerca de medio millar de estudiantes y algunos directivos de la universidad.
La ceremonia religiosa había transcurrido normalmente, pero de un momento a otro, cerca de veinte estudiantes sacaron a empellones al subteniente Luis Angel Ayala Tamayo vestido de civil, adscrito a la Sección de Policía Judicial e Investigación (Sijin), que había sido enviado al lugar para prestar el servicio de vigilancia .
Inmediatamente, el oficial fue despojado de su radio y revólver de dotación y golpeado en la cara y la parte superior del cuerpo. Fue trasladado al Hospital Central de la Policía, donde al cierre de esta edición se informó que su estado era delicado y se encontraba en observación médica.
Las autoridades reaccionaron y en pocos minutos llegaron al lugar cinco vehículos antimotines, nueve patrullas de detectives de la Sijin y medio centenar de agentes de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Los enfrentamientos culminaron sobre el mediodía, con la captura de 114 estudiantes que desde las primeras horas del día habían acompañado los despojos mortales de Sandoval.
Los universitarios fueron trasladados a las dependencias de la VI Estación de Policía, donde anoche, después de la intervención del rector y con la mediación de una comisión de Derechos Humanos se produjo su liberación.
Hoy se tratará de establecer si los seis estudiantes mantenidos privados de la libertad tienen o no que ver con las personas que son requeridas por autoridades judiciales del país.
La Policía de Bogotá informó que en el lugar de los choques fueron hallados algunos panfletos y una bandera del Ejército de Liberación Nacional (ELN), y se desconoce quién era el portador de esa propaganda subversiva.
En un comunicado, un grupo de estudiantes del princpal centro de formación universitaria del país explicó que la protesta en que murió la estudiante de Trabajo Social fue originada porla conmemoración de la muerte de alumnos en mayo de 1984, y por la celerada privatización de la Universidad.
Aseguraron que la Policía aceleró los choques de ayer porque cerró el ingreso a la zona occidental del Cementerio Central y exigieron la libertad de los estudiantes detenidos. Más leña a la hoguera Ayer, entre tanto, los profesores de la Universidad Nacional dijeron que sus directivas no solo deben tener altas calidades académicas sino también de estilo, al referirse a los hechos escandalosos que involucraron recientemente al rector Antanas Mockus. Al mismo tiempo le pidieron al Gobierno protección y apoyo para el centro docente.
En carta dirigida al presidente César Gaviria Trujillo, la Asociación de Profesores de la Nacional lamenta los hechos ocurridos la semana pasada en Manizales y dicen que por la investidura de los involucrados se generó gran malestar en la opinión pública y en el seno de la institución.
Los docentes dicen que los desafueros cometidos, y la falta de decoro por parte de personas que pertenecen a distintos estamentos universitarios, distorsionan la imagen de la Universidad y no favorecen su actividad, la que para el buen desarrollo requiere de diálogo y acción altamente racionales . Beatriz Eugenia: promedios de 4.0 Una alumna con excelentes promedios académicos, reconocida activista que participaba en disturbios y que no alcanzó a terminar su trabajo de grado sobre la historia de los movimientos estudiantiles al interior de la Universidad Nacional, es la joven que pereció el jueves cuando le explotó una granada de fragmentación, en ese centro docente.
A Beatriz Sandoval Sáenz, 22 años, sus compañeros la recuerdan como una buena estudiante que ostentaba promedios de calificación superiores a 4.0, de carácter alegre y emprendedora de distintos proyectos.
No obstante, según informaron algunos compañeros, Sandoval llevaba en la sangre el afán por mostrar su inconformismo con lo que la rodeaba.
Era La negra ... se le explotó esa vaina a la negra , fue lo único que alcanzó a decir uno de los agitadores que participaba en las pedreas contra la Policía el jueves pasado.
La joven estudiante de Trabajo Social era de condición humilde. Sus exequias se realizaron en la Funeraria Inmaculada, del centro de la capital del país.
Ayer, la familia de la universitaria evitó todo contacto con los periodistas.