No hay registros. No hay estadísticas. Lo que sí hay es una agobiante incertidumbre. Ese es el drama de las familias de los desaparecidos en Colombia. Se trata de gente común y corriente que un día salió de su casa y jamás regresó.
EL TIEMPO, en asocio con el programa de televisión Historias Secretas, publica el primer y el tercer sábado del mes una página de servicio a la comunidad para tratar de encontrar a aquellos de cuya suerte no se sabe nada.
La página cuenta con secciones como Un ángel extraviado , dirigida por Marlyn Celedón, la madre a quien le robaron a su hijo Juan Diego en la Clínica Country de Bogotá. Este espacio pretende hallar el rastro de niños extraviados.
Otra de las secciones, Los que ya no podrán regresar , publica el listado de personas muertas e identificadas por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses y cuyos cuerpos no han sido reclamados.
También publica, en su sección Les seguimos el rastro , un mosaico de fotografías y pequeñas historias de personas de todas las edades que son buscadas por sus familiares.
En la página también aparecen publicadas dos historias de personas que gracias a esta campaña regresaron a casa.
En los últimos 18 meses la página mensual de este diario, dirigida a publicar los casos de desaparecidos, permitió, con el apoyo de la comunidad, que decenas de personas se reunieran nuevamente con sus seres queridos.
Lo mismo ha ocurrido en los 20 meses que lleva al aire el programa Historias Secretas, que se transmite todos los días de 10:30 a 11 de la mañana por el Canal A. En este tiempo ha logrado casi 500 reencuentros.