Aducían que Osorio era muy joven y sin la experiencia suficiente para comandar un seleccionado de Bolívar, un equipo que no le gusta del segundo lugar en el béisbol. Un equipo acostumbrado a ganar.
Por eso, al caer el último out del juego que le ganaron a Sucre, 7-4, Osorio fue uno de los primeros en correr a abrazarse con sus muchachos. Para él, la victoria era doble: conseguir el título número 30 para su departamento y demostrarles a los que no creyeron en mí ni en el equipo, que los jóvenes también sabemos de béisbol, también sabemos conseguir triunfos y que tenemos muchas ganas , aseguró el entrenador algo triste.
Osorio se convirtió a los 25 años en uno de los entrenadores más jóvenes que ha manejado una selección de Bolívar.
E este pelao las cosas le fueron saliendo bien desde un principio. Su principal acierto fue haber llamado como entrenador de lanzadores a Jorge Luis Díaz, hoy por hoy el mejor lanzador de Colombia.
Díaz trabajó con sus lanzadores las esquinas, y aunque muchas veces no se logró el control, sí fue esa una de las principales armas que los llevó invictos al título. Eso y la buena rotación en el turno de los lanzadores.
Osorio es un cartagenero que nació entre manillas y bates. Su padre es comentarista en una emisora de Cartagena y su tío es el actual presidente de la Liga de Bolívar. Desde joven comenzó a practicar esta disciplina y a base de esfuerzo y mucho trabajo llegó a las menores de los Expos de Montreal (Canadá), donde permaneció como lanzador durante tres años hasta que su brazo falló.
Cuando regresó a Colombia decidió que no volvería a jugar y se dedicó a ser asistente de entrenador en varios equipos: Hace seis años tomó el mando del equipo Barakat, en el torneo local, en el que desarrolló su carrera.
Osorio, a pesar de su juventud, es un hombre que dice las cosas como las ve y las siente. El mismo sentimiento que pone en el terreno y que muchas veces lo lleva hacer cosas que no están en el librito del béisbol .
Tal vez cuando regrese a Cartagena las criticas no disminuirán, pero serán menos fuertes que si no hubiera sido campeón , afirma.
El sabe que su camino como técnico de béisbol hasta ahora se inicia y que será muy difícil, pero que en ese camino habrán cosas buenas, como las mieles del triunfo de las cuales está saboreando ahora.