La cinta está basada en la serie de televisión homónima que se presentó en los años sesenta en Estados Unidos y que en Colombia se pudo ver a finales de los setenta, cuando la pantalla chica se llenó de otras propuestas que manejaban la fusión de los géneros de la ciencia ficción y la aventura: estamos hablando de teleseries como El túnel del tiempo, Tierra de gigantes y Viaje al fondo del mar.
Nueva cara a una vieja historia Con una estética colorista, y estridente y con unos efectos especiales sencillos, la serie de televisión marcó una época, mostrando las tribulaciones de una familia que accidentalmente queda atrapada en una galaxia enfrentado una serie de peligros en cada capítulo.
En el presente, Perdidos en el espacio es la exhibición más exagerada de efectos visuales (mucho más que Jurassic Park o Titanic), donde de nuevo la familia Robinson al mando del actor Willian Hurt, que interpreta al científico John Robinson vuelve a las andadas, pero con un presupuesto cercano a los 80 millones de dólares y con 700 efectos especiales que suman más de diez minutos en escena.
El científico y su familia son elegidos para comandar una misión espacial para impedir que la tierra se destruya, pero el trabajo de exploración es saboteado por el malévolo Dr. Zachary quien accidentalmente queda atrapado con ellos en una galaxia lejana.
Mientras tiene que solventar el ataque de extrañas criaturas espaciales, lluvia de meteoritos y el acecho de su antagonista (interpretado por Gary Oldman). la familia desarrolla una nueva relación de convivencia a partir de su situación inmediata.
Perdidos en el espacio basa su delicado esquema argumental precisamente en esa relación donde padres e hijos (una adolescente y un pequeño) se enfrentan una cotidianidad inusual.
El filme desarrolla una vida familiar dentro de un modelo conservador, con la única diferencia que se promueve en un tiempo futuro lleno de artilugios tecnológicos, pero en esencia, los conflictos de diferencias de edad, sentimientos de rebeldía y rigidez adulta se mantienen a pesar de tanta tecnología.
En un plano menos profundo esta es una cinta para ver comiendo crispetas, descansar cualquier tipo de análisis de fondo y estirar los pies para dejarse llevar por la cuidada puesta en escena de la forma.