Jóvenes con edades entre los 12 y los 20 años pertenecen a A Zancadas, el espectáculo más vistoso en la inauguración del I Encuentro Latinoamericano de Arte Callejero. Estos muchachos trabajan asesorados por la Fundación Juglares del Próximo Milenio. Su espectáculo de baile en zancos de 70 centímetros fue muy aplaudido por el público.
William Otero, de 12 años, lleva ya año y medio montándose en los zancos. Dice que nunca ha sentido miedo pues, desde que vi al maestro me gustó este cuento de los zancos y lo quise hacer . Al hablar de las caídas se sonríe y se toma un momento para pensarlo. El me empezó a enseñar -El maestro-, yo me caía y volvía a empezar porque eso era lo que quería hacer .
Porque constancia es lo que se necesita para lograr manejar con pericia estos instrumentos acrobáticos. William quiere llegar a ser famoso con su arte, que el público aprecie y reconozca su trabajo, seguir sintiendo esa pasión que llena su ser cuando está sobre sus zancos.
Pero la persona que le ayuda a explorar a William y a otra decena de muchachos en el arte de la zanco acrobacia es David Molina, el mismo Maestro del que hablaba el pequeño zanquero.
David es el director del grupo, el más experimentado. Lleva un poco más de cinco años explorando piruetas en los zancos. Este joven de 20 años fue el ganador del segundo puesto en zanco acrobacia del Festival de Teatro Callejero y destacado en el desfile de inauguración del Festival Iberoamericano de Teatro Callejero; además, hace espectáculos de piso, con muñecos gigantes y malabarismo. Trabaja en la Fundación Juglares en donde dicta talleres de narración oral escénica, de teatro y expresión corporal; en Ciudad Educadora realiza una doble función de educación y trabajo activo.
Cree que si se puede vivir del arte.
En la Fundación nos preocupamos por que todos reciban el pago por su trabajo; siempre estamos realizando actividades y se le reconoce a cada uno lo suyo , dice.
David hace que la zanco acrobacia parezca fácil, pero su habilidad es fruto del trabajo y puede ser una práctica tan delicada, que este campeón se hace cada mes un ajuste quiropráctico, pues riñones y extremidades se afectan demasiado con las acrobacias; más si lo hace como él, en zancos de dos metros, pues es la única forma ya de sentir la adrenalina.
Trabajo que le ha abierto puertas y que ahora quiere que su grupo también las pase, que vaya a los festivales y que triunfe como él. Mientras tanto, espera la confirmación para ir a Cuba en un intercambio cultural en el que asistiría como profesor.