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SOY AMIGO DE LOS CONFLICTOS

No os doy la paz, os doy la lucha. que la lucha sea vuestra paz y que la paz sea vuestra victoria . F. Nitzche.

Redacción El Tiempo
De las cifras a los hechos. De los conflictos a las propuestas de paz. De lo utópico a lo real.
Así se pasa los días desde que se encarretó con la no violencia en Cali a través de Desepaz, Juan Carlos Narváez, un pastuso que pasó por la comunicación social, pero se quedó con la filosofía gracias a su guía intelectual Estalinao Zuleta.
Es un joven de 30 años que piensa que si la violencia lleva 50 años en el país, él la ha pasado metido entre literatura y realidad viviéndola de algún modo.
Ahora trata de evitarla, pero a la vez quiere que se convierta en tema para acercarse a la paz.
Empieza por evaluar los costos de la violencia y dice que deben parar, sobre todo si se trata de la pérdida de años de vida productivos.
Y para parar hay que tener una aptitud para resolver los conflictos y una tolerancia que se base en el respeto por las contraposiciones y la confrontación sin agredir.
Es que no se puede tolerar la estupidez, la ignorancia, la pobreza, la miseria ni la misma violencia. Se debe aceptar al otro sin agredir y con respeto , dijo Narváez, consejero de paz.
Entender la paz no como la calma, el paraíso, la tranquilidad absoluta, sino como la lucha y el combate por la grandeza humana .
Saber más no para calmar la ignorancia o para asumir aptitudes de pasividad sino para desafiar mas dificultades y conflictos. Soy amigo del conflicto porque es conatural a la esencia humana. Lo que se trata es de resolver civilizadamente y no animalmente .
Se muestra amigo de que los militares vuelvan a las laderas de Cali, pero acompañados de estrategias de promoción y defensa de los derechos humanos y de una presencia efectiva con proyectos concretos de inversión social.
No queremos repetir los hechos cuando un grupo de pandilleros se desarmaron, pero el gobierno los abandonó y no se completaron las oportunidades de trabajo y educación. Por eso se sacrificaron vidas que hoy lamentamos y tenemos que enmendar esos errores con programas permanentes para que sean efectivos .
Guerrilla, paramilitares y grupos de limpieza
Temas que no solo son de moda sino que tocan a Cali y no solo en las laderas o en la periferia de la ciudad.
A las Farc y al Eln, fundamentalmente con influencia en la ladera y Cali, los convoco como consejero de paz a fortalecer los procesos de concertación que como unidad estamos liderando, a meterle en serio al desarrollo de los programas de inversión social y a la iniciativa de paz .
Narváez dijo que esta dispuesto a entablar diálogos con ellos para lograr estos objetivos.
Yo soy sujeto de diálogo y estoy dispuesto a conversar con ellos para aclimatar el reencuentro .
Sobre la presunta presencia de grupos paramilitares no fue tan elocuente y profundo como suele contestar.
Es arriesgado, aventurado y peligroso señalar la presencia de paramilitares. Yo estoy a la espera que los resultados de la investigación en los casos donde se presume han actuado, así lo determinen o lo nieguen .
Mirando desde la ladera, la misma zona que hoy en día está en la mira de la violencia y que él tiene entre ojos para encontrar caminos de convivencia, no cre en los crímenes sistemáticos ni tolera la mal llamada limpieza social .
Si esos grupos han vuelto no los vamos a tolerar. Los vamos a perseguir y eso es lo que aconseja Juan Carlos Narváez, porque nadie puede violar los derechos humanos y hacerse justicia por sus propias manos .
En los últimos meses se ha sacrificado a líderes comunales.
Temo acolitar el argumento según el cual esto hace parte de un plan sistemático de exterminio de líderes comunitarios. No creo. Los homicidios tienen actores, motivos y dinámicas diferentes en su desarrollo. No obedecen a planes sistemáticos de exterminio .
Cali y la anhelada paz
Conocer de su violencia. Vivir entre sus factores y reconocer cada uno de los elementos que la generan, es un buen comienzo de camino de paz para este filosofo radicado en Cali desde hace 13 años.
Primero debemos definir una posición clara frente al conflicto armado, entre otras cosas metiendo el tema de la reforma urbana y de la violencia como tema de los procesos de diálogo y de negociación .
Piensa que contrariamente a los esfuerzos por lograr la paz a nivel nacional, la integración y la permanente presencia son fundamentales para estrechar más la relación violencia-paz.
Concertando con las expresiones organizativas de la sociedad civil las acciones contra las violencias locales. Ese será el trabajo del Consejo Municipal de Paz .
Lamenta que se acabe el plan desarme y aspira a que el Estado tome su posición y garantice la seguridad de los ciudadanos para desarmar a la población civil.
Dice que la migración es un factor del desarrollo así como la violencia que dejó de verse como un problema para convertirse en factor del desarrollo de Colombia.
La composición fiscal del Estado se ha visto afectada por el problema de la guerra. El país podría crecer en más de cuatro puntos si no tuviera guerra.
En los últimos cinco años se han perdido 6.8 billones de pesos en años de vida laborales por la violencia homicida y delincuencial. Al año se pierden aproximadamente un millón 200 mil años de vida potencial por los homicidios .
Considera que a pesar de que los gobiernos anteriores han abandonado el programa de socialización Parces, Desepaz no ha perdido batallas y por el contrario su guerra contra la violencia tiene caminos sólidos de paz.
El 65 ó 67 por ciento de los homicidios en Cali tiene como víctimas y victimarios a jóvenes entre los 14 y los 29 años. Se está perdiendo el futuro de la ciudad.
Sin embargo, los esfuerzos que se han hecho han evitado el incremento de esa cifra, de por si escandalosa. Ahora hay que completarlo con programas de socialización que tengan la participación decidida en la inversión social .
Programas que se van a fortalecer cuando se pongan en marcha los programas de la agenda abierta para la paz y que esperan 10 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo.
Desembolsos que se iniciarán desde septiembre cada tres meses y durante los próximos cuatro años.
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Redacción El Tiempo
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