A los propietarios de las tiendas que permitan que los consumidores permanezcan en sus terrazas o andenes, les serán cerrados sus negocios de manera temporal, en un comienzo.
El alcalde de la Zona Histórica y Turística, David López Romero, afirmó que esta medida se adoptó ante la evidencia del abuso de algunos propietarios de tiendas que expiden licor y permiten que los consumidores permanezcan en el establecimiento hasta altas horas de la noche.
López Romero enfatizó que para tomar estas disposiciones, se ha basado plenamente en el decreto 1218 del 19 de noviembre de 1996, en el cual el Alcalde Mayor de Cartagena de Indias delega la facultad legal a los alcaldes menores, de suspender actividades, requerir, imponer multas y ordenar el cierre definitivo de establecimientos de comercio que contravengan los requisitos y procedimientos contemplados por la ley.
La ciudadanía residente en estas zonas ha manifestado a las autoridades, en repetidas ocasiones, su inconformismo por esta situación, por lo cual la Alcaldía Menor de la Zona Histórica y Turística expidió la resolución 09 de 1998 en la cual se establecen los horarios en que las respectivas tiendas pueden vender licores: desde las 6 de la mañana, hasta las 11 de la noche, durante toda la semana.
El alcalde menor de la zona donde se adoptan estas disposiciones explicó que los establecimientos en donde se detecte la venta de bebidas alcohólicas --cerveza, ron aguardiente, whisky, etcétera-- serán cerrados inicialmente por un período de siete días.
En caso de que se compruebe la reincidencia en la práctica, después de haber sido cerrados la primera vez, se les dictará una suspensión temporal de la licencia de funcionamiento por un espacio de quince días. Y si incurren nuevamente en la misma falta, se procederá al cierre definitivo y el retiro total de la licencia de funcionamiento , dijo el alcalde menor de la Zona Histórica Ante estos anuncios, el propietario de una tienda del sector amurallado, que prefirió que su nombre no fuera mencionado, dijo que no es justo que se les sancione por lo que esté sucediendo en los andenes frente a sus establecimientos, ya que es un espacio público sobre el que ellos no tienen ninguna facultad o derecho.