Las ratas y los ratones consumen y contaminan los alimentos, destruyen cosechas y causan destrozos en las redes eléctricas y telefónicas, viviendas y edificaciones.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los roedores domésticos consumen alrededor de 33 millones de toneladas de alimentos anualmente, cantidad suficiente para alimentar 150 millones de personas al año.
En la producción de alta tecnología, son capaces de provocar pérdidas de producción de millones de dólares debido a las fallas de los sistemas de computación al momento de roerlas, anidar o excretar dentro de las computadoras y otros equipos altamente sensibles.
Pero, además de ser responsables de enormes e incalculables pérdidas, son portadoras de parásitos que representan alto riesgo para la salud del hombre y los animales. Transmiten enfermedades por mordeduras (contacto directo), como vector (transmisor) para otros organismos, o porque han depositado pelos, orín o excrementos en los alimentos.
No obstante, el hombre, sin darse cuenta, crea el medio ambiente ideal para las ratas y ratones, proporcionándoles constantemente comida, agua, refugio y desaseo. Cuando estas condiciones de vida de los roedores son muy buenas se pueden multiplicar rápidamente.
De un par de ratas nacen 10 mil en un año. Una hembra produce entre cuatro y siete crías por camada, en un período de gestación de aproximadamente 19 días.
Así como las cucarachas, las ratas le huyen a la luz. Prefieren los lugares húmedos, oscuros, cálidos y cercanos al agua y alimento, como las basuras, alcantarillas, tejados, árboles, maleza, debajo de las construcciones y edificios, arroyos, canales, riberas de los ríos, desages...
Cualquier acumulación de basuras o depósitos de materiales inservibles son una invitación para que construyan sus madrigueras.
Debido a que su visión es muy limitada, se amañan en donde haya obstáculos, pues para orientarse necesitan tocar objetos con sus bigotes y pelos del cuerpo.
En el país, las tres especies de roedores comensales (que comparten el alimento con el hombre) son la rata de alcantarilla, gris o noruega (Rattus norvegicus), la de los tejados (Rattus ratus) y el ratón doméstico (Mus musculus), todos de actividad nocturna.
Ojo con la salud De acuerdo con la Secretaría de Salud de Bogotá, estos animales son portadores de no menos de 20 patógenos, que afectan la salud humana.
Transmiten salmonelosis, tifo, rabia, leptospirosis y fiebre por mordedura de rata, y parásitos como ácaros, piojos, pulgas, tenias y nématodos.
El hombre se infecta con la bacteria de tifo cuando la pulga de la rata lo pica y defeca sobre la piel. También es probable que pueda adquirir la infección por consumir alimentos contaminados con orina de ratas infectadas.
Por otro lado, adquiere la salmonelosis (envenenamiento agudo de la comida, es la típica intoxicación por pollo) mediante la ingestión de alimentos y aguas contaminadas. Los roedores adquieren esta bacteria en las alcantarillas, instalaciones pecuarias, fosas sépticas, basura acumulada y en otros medios no sanitarios.
La fiebre por mordida de rata es otra enfermedad provocada por una bacteria que puede vivir en la saliva de ratas y ratones. En casos severos puede ser fatal.
Entre tanto, la bacteria de la leptospirosis es transmitida por las ratas a los perros, al ganado o a los cerdos, que se la pueden transmitir al hombre. Los síntomas de esta enfermedad son altas fiebres, urticaria y severos dolores abdominales de cabeza.
También se ha demostrado que las ratas portan organismos de la tifoidea y la disentería.
Por otro lado, está comprobado que existe el constante potencial de brotes de enfermedades que pueden intensificarse y acelerarse en ciudades donde las ratas y ratones viven en proximidad con la gente.
*Fuentes: Expertos de Higiene y Protección Ambiental de Rhone Poulenc Agro Colombia y División Sanidad Animal de Bayer S.A.
Recomendaciones para controlarlas La luz y el aseo son las claves para ahuyentar estas plagas.
En las industrias se recomienda pintar una especie de zócalo blanco de 20 centímetros de ancho tanto en la pared como en el piso, debido a que esto refracta la luz y molesta a las ratas y ratones.
Hay que extremar medidas de higiene en la cocina y lugares de almacenamiento de alimentos.
Teniendo en cuenta que esta plaga es rastrera, no se debe dejar nada a nivel del piso.
En los hogares se pueden impedir el acceso y el establecimiento de estos roedores mediante el uso de barreras: rejillas en las tapas de alcantarilla, mallas en ventanas, puertas, taponamientos de orificios y grietas, bandas de caucho en las puertas. También se pueden instalar cierres automáticos en las puertas más utilizadas.
En exteriores se recomienda eliminar las malezas y recortar cualquier rama de árbol que cuelgue por encima de las edificaciones.
Elimine todo tipo de desechos en los exteriores, como maquinaria vieja en desuso, tablas de madera...
El empleo de depredadores naturales como gatos, perros, serpientes... puede ser una alternativa, pero es un control limitado, puesto que más que matarlas, las ahuyenta.
Por otro lado, está el control químico, mediante diversas sustancias que se utilizan para matar ratas y ratones, que reciben el nombre de raticidas o rodenticidas, los cuales vienen en polvo o en gránulos (para interiores) o en bloque (parecido a un jabón en barra, más resistentes para la intemperie). Se usan anticoagulantes, los cuales tienen efecto tardío, es decir, las ratas mueren a los tres días de ingerir las sustancia.
También hay trampas adhesivas, no tóxicas, en la que el animal se queda pegado, (con un costo de 5 mil pesos el par), y las tradicionales trampas de golpe , que valen alrededor de 2 mil pesos.
Las medidas de control también son dirigidas contra la pulga de las ratas mediante insecticidas de acción residual.
Para mayor información sobre plagas y cómo controlarlas, puede llamar a la Secretaría de Salud de Bogotá, en el teléfono 3476565, extensión 3305.
FOTOS EL RATON doméstico (arriba), la rata de los tejados (en medio) y la rata de alcantarilla (abajo).
LAS RATAS SE han convertido en una verdadera plaga que se deben controlar para que no ocasionen problemas a la gente.