El mejor servicio a la paz es que la Universidad cumpla cabalmente su misión de nutrir a Colombia de profesionales de nuevo cuño que contribuyan al desarrollo integral del país, y a vencer las causas objetivas de la violencia para que favorezcan el encuentro entre el saber universitario y el saber cultural o popular, entre el conocimiento aristrocrático y el saber democrático , dijo el prelado en su ponencia.
También agregó sobre el mismo tema que la Cátedra de la Paz no debe ser una materia más del saber universitario, sino el lugar donde se repiensan todos los valores sociales que debe sembrar la Universidad.
Muchos estudiantes pueden hacer investigaciones y tesis de grados que tengan que ver con la nueva Colombia, con la nueva región y con la paz, evaluar proyectos sociales, estatales o comunitarios, e incluso evaluar la misma Universidad de cara a la paz , sostuvo también monseñor Beltrán.
El religioso también propuso la organización de un Movimiento Caribe de Universitarios por la Paz con autonomía, pero con el apoyo del Gobierno para el necesario apoyo económico y logístico.
Otro aspecto tenido en cuenta por Beltrán para la superación del conflicto armado es la implementación de los diálogos regionales de paz bajo el liderazgo constitucional del Estado en cabeza de los gobernadores, con la sociedad civil como tercer actos de la paz.
El ideal sería un diálogo regional coordinado por la mesa de gobernadores o sus delegados, y por un equipo regional de sociedad civil que incluya a todos los actores del conflicto , agregó.
Entre los requisitos para estos diálogos dijo que es fundamental sentarse a negociar sin exigencias previas que signifique una derrota adelantada de cualquiera de las partes, tales como el cese de la guerra, reformas a la justicia penal, la rendición militar o política, la previa reforma del Estado y la vigencia de la justicia social.