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MARCELA FRENTE AL ESPEJO

Los ojos de Marcela Benjumea parecen querer tragárselo todo. Son gigantes y vivos. Marcela es bonita, muy distinta a esa imagen que la televisión ha vendido a través de personajes como el de Ana Soler en La mujer en el espejo.

Por eso una señora una vez le preguntó: Porqué deja que le hagan eso en la televisión si usted es bonita?. Ella se ríe, el asunto la halaga.
Es lo que menos le importa, ella, a los 27 años, sabe que se debe a sus personajes y que los personajes y ella son seres distintos. Acaba de ganar el premio TV y Novelas como actriz revelación. Fue Mafe, la veterinaria de Tiempos difíciles, la que la catapultó.
Ahora además será Norma Leal, una niña bien , en la novela Corazones de asfalto, la que el canal privado de RCN emitirá.
A Marcela Benjumea hay que dejarla hablar, entonces si que se ve bonita: Hay muchos actores que creen que Shakespeare es un caballo del hipódromo . Ella siempre está usando el sarcasmo, debe ser por esa infancia de muchachita rebelde que hizo que fuera pésima estudiante y que incluso llegara a tener tres matrículas condicionales en el colegio: Yo era absurda, ahora pienso las cosas que hacía y no lo puedo creer
Fue por un compromiso para que no la botaran de otro colegio que empezó a meterse en lo cultural, a hacer teatro que era lo único que había visto en su casa, claro que siempre creyó que sería sicóloga: Los únicos días que no me inventaba excusas para faltar a clases era cuando había teatro .
Ernesto es su hermano mayor y su cómplice artístico, Julia Inés (su mamá) es la crítica más tenaz. Con Ernesto forma parte de un grupo teatral de egresados de la escuela del Teatro Libre. Allí incluso se siente más a gusto: Al primer casting al que fui ni me dejaron hablar, estaba al lado de mujeres divinas. Cuando sentí que con una imagen iban a evaluar sí servía o no como actriz decidí salir corriendo .
Teresa Gutiérrez, Vicky Hernández, Jairo Camargo, Frank Ramírez y Consuelo Luzardo son algunos de los nombres que suelta cuando se le pregunta por los monstruos . Lo dice mientras mira los trozos de chatarra que de vez en cuando levanta de la calle y con los que decora su apartamento, los que convierte en ceniceros, esculturas o floreros. En Ambalema, en la estación de tren, descubrió la belleza de la chatarra, gracias a dos compañeros de Tiempos difíciles.
Ana Soler se mira al espejo, Marcela prefiere no hacerlo mientras estudia sus personajes: El espejo es peligrosísimo, lo llena a uno de cosas que le parecen bonitas .
Marcela habla pausado, habla de todo, con calma y claridad, entonces sí que se ve bonita.
Qué es ser artista?
Un estilo de vida. En este trabajo la sensación de riesgo es constante, como la del paracaidista. Nunca se tiene trabajo fijo y por eso cada personaje es un proceso nuevo. El actor vive distinto al resto de la gente. Uno tiene que escuchar todo, leer todo lo que le caiga en las manos, tomar todas las clases de danza. A uno le tiene que caber el mundo en la cabeza. Uno no puede hacer personajes solo a la medida de uno, eso significaría matarlos.
Cómo es eso de deshacerse de un personaje?
Doloroso. Con Mafe me pasó. El último día de grabación estuve muy triste, es que era un personaje completo, muy bien escrito, tenía todo. Tanto que siempre sentí que podría existir. Al terminar uno siente que lo está matando. Los actores son como moribundos; cada escena es única e irrepetible, es un estracto de la vida de alguien que uno sabe que después tendrá que matar.
Cuál es su responsabilidad como actriz?
Estudiar. Sé que si no me sigo poniendo las pilas me mato como ente creador. Cuando uno empieza a repetirse es que algo falla y ese algo generalmente es el entrenamiento.
Y la responsabilidad con la gente?
El artista tiene que producir sensaciones, eso es intangible pero representa una gran responsabilidad. El artista como que le mete choques eléctricos a la gente para que no se le olvide que está viva y tiene cosas dentro.
Se podría decir que el actor es como un morboso esculcador de los sentimientos ajenos?
Es un voyerista de sentimientos y de comportamientos también, porque si siento adentro pero nadie lo ve de nada sirve. Los detalles particulares son los que hacen cada personaje. Con Mafe no es que yo fuera la gran actriz, sino que estaba bien escrita.
Cómo no creerse el cuento de la fama?
Estoy muy chiquita, si llego a creer que ya lo logré todo entonces que me quedaría por hacer ahora. Lo que pasa es que la gente es muy querida. El premio fue para la serie y por eso cuando lo recibí pasaron por mi cabeza los técnicos, la señora de los tintos, todos los que se metieron de cabeza en el asunto.
Sandra Reyes estaba postulada para el mismo premio. Qué opinión le merece?
Es muy pila, tiene cojones y es capaz de arriesgar por un personaje.
Para qué le sirve el apellido Benjumea?
Para que la gente se acuerde de mi, para que piensen que soy la hija del gordo (Carlos Benjumea). Aunque desde los tres años no vivo con mi papá y siempre hemos sido muy independientes.
El vedettismo, la farándula y la frivolidad no la han tocado?
De vedette no tengo nada, la farándula solo lo absorbe a uno cuando no tiene nada más que hacer y acerca de la frivolidad... a veces es rica, todos tenemos algo frívolo pero lo otro es más rico.
Cuáles son sus fuertes?
Mi fuerte es saber que no tengo fuertes, por eso no estoy confiada y siempre siento susto y siempre tengo que estudiar mucho.
Vive una especie de cuarto de hora.
Eso es peligroso. El cuarto de hora depende de uno. El cuarto de hora puede significar ser famoso o ser bueno y esas dos cosas no siempre van unidas. Ganar un premio no significa que soy buena sino que soy famosa y, de repente, que tuve personajes agradecidos.
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