El receso había sido extenso para miles de colombianos que conocen la marca desde los años 20, cuando estos vehículos empezaron a tomarse las vías del país, que en ese entonces eran simples trochas o caminos de herradura.
Su tradición, su potencia y su resistencia al paso de los años crearon un mito de Ford en Colombia.
Y fue precisamente La Calleja una de las empresas que volvió a darles a los colombianos la oportunidad de tener uno de estos vehículos en sus casas.
Gracias a la apertura económica, que les abrió las puertas a las importaciones, pudimos volver a traer a Ford al país , sostiene Alvaro Jaramillo, gerente de Recursos Humanos de La Calleja.
Pero poseer los requisitos de la Ford Company no fue una tarea fácil. Durante más de un año, los directivos de La Calleja tuvieron que demostrar que sí cumplían con las políticas mundiales de esta ensambladora, tanto en servicio y vitrina comercial, como en asesorías de ventas.
Hoy, sin duda, uno de los aspectos que los distingue es el conocimiento de Ford. Desde el comienzo, los asesores, los técnicos y las directivas del concesionario saben muy bien las ventajas de Ford y cuáles son sus cualidades de ingeniería automotriz, para afrontar con éxito la topografía colombiana.
Evolución constante Cuando la sede principal del concesionario empezó a funcionar allí en la Autopista Norte No. 127C-08, la vitrina de ventas era pequeña y muchos de los carros se exhibían en la zona de parqueo de los clientes.
Aunque había expectativa por la llegada nuevamente de la marca a Colombia, tanto la Ford Internacional como los empresarios colombianos, pensaron que el crecimiento iba a ser gradual.
Lo cierto es que se superaron todos los presupuestos iniciales y tuvieron que ampliar la vitrina de ventas, los talleres, el departamento de servicio al cliente y el almacén de repuestos, por la cantidad de clientes que empezaron a atender.
Actualmente, el área del concesionario es de 1.800 metros cuadrados y la vitrina de ventas tiene aproximadamente 30 metros de frente sobre la Autopista.
En un mismo lugar, los compradores pueden adquirir todos los modelos de la marca Ford: camionetas 4x4, 4x2, vehículos particulares y utilitarios como camiones, de acuerdo con las necesidades de cada persona.
El crecimiento del concesionario se aprecia a la vista. Hoy, para beneficio de los propietarios de Ford en Bogotá, La Calleja tiene dos talleres: el Ford Express, de mecánica rápida y mantenimiento, y el Taller General, para arreglos de mecánica general, siniestros y latonería y pintura.
Por el buen nombre de La Calleja, el concesionario abrió sedes en el eje cafetero, a solicitud de la comunidad. Hoy tienen sedes en Pereira, Manizales y Armenia.
Ahora, La Calleja tiene nuevos planes de expansión que se podrán observar a finales de este año.