En las cabeceras de los ríos no llueve desde hace varios meses y el líquido escasea cada día que pasa.
Los racionamientos son escalonados y se hacen entre las 5:00 de la mañana y las 8:00 de la noche.
La ciudad fue dividida en cinco sectores, a cada uno de los cuales se les suministra agua durante cuatro horas en el día y parte de la noche por tiempo indefinido.
Hace apenas 12 días los pastusos desperdiciaron gran cantidad de agua en su tradicional carnaval, el Día de los Inocentes. Las autoridades de la ciudad habían dicho que estaban dispuestas a suspender el juego con agua, pero pudo más la tradición que el poder administrativo.
Mientras tanto, en Santa Marta, la Empresa Metropolitana de Aguas (Metroaguas) prohibió la venta de agua por parte de los carrotanques particulares en la zona turística, luego de restablecerse el servicio que fue suspendido el fin de semana.
El alcalde de Santa Marta, José Ignacio Vives, dijo que ordenará una investigación para determinar la implicación de empleados de Metroaguas en la suspensión del servicio de agua.
La emergencia se superó el lunes. El problema se presentó por un daño en la red que va del desarenador a la planta de tratamiento.
Los propietarios de carrotanques llegaron a cobrar a los hoteleros veinta mil pesos por cada viaje de agua. Varios usuarios tuvieron que comprar hasta cuatro viajes en el día. En estas condiciones, un carrotanque hacía un promedio de 800 mil pesos diarios.